Cátedra Paz, Seguridad y Defensa

Español English

Observatorio PSyD

El observatorio opina

15 de Enero de 2016

Seguridad humana versus seguridad militar

Javier Jiménez Olmos
Doctor en Paz y Seguridad Internacional

Desde que se conoce la historia de la humanidad la seguridad ha sido entendida como un asunto puramente militar relacionado con la defensa y con la guerra. Luchas entre clanes, tribus, señores feudales y reyes, hasta la más moderna entre estados nacionales. Una seguridad concebida para asegurar los intereses de los grupos dominantes y en la que invocando deberes patrios o sagrados se hacía pelear a los más débiles. Convencerles que defendían a su patria en nombre de algún dios no era tarea difícil cuando se disponía del poder de reprimir a los que no obedecían y se contaba con la ignorancia (la que los poderosos se encargaban de mantener entre sus súbditos) que impedía una reflexión sobre lo injusto de la mayoría de las guerras y la absurdez de morir por defender unas causas que les eran ajenas.

La seguridad ha sido entendida como seguridad militar para defender los intereses económicos de unos pocos. Sin embargo, para millones de personas de este planeta que desconocen el país donde viven y la patria a la que pertenecen, la palabra seguridad tiene un significado, también incluido en el diccionario, mucho más concreto y que se refiere a la supervivencia. En efecto, mientras las grandes potencias económicas están preocupadas por salvaguardar sus intereses económicos allá donde los tuvieren, usando ingentes cantidades de costosísimo material bélico, millones de seres humanos viven a diario con la sola preocupación de una seguridad que les permita alimentarse ese día.

Los responsables de propagar la idea de un mundo inseguro y lleno de amenazas lo hacen de una manera interesada porque no contemplan esa seguridad ligada a la supervivencia o simplemente al bienestar. Riesgos y amenazas que no dejan de ser reales en algunos casos pero que, en la mayoría de las ocasiones, no son de naturaleza militar y, por  tanto, no deben ser afrontadas de ese modo. Sin embargo, los intereses económicos y el poder de los grupos de presión ligados a esos intereses disfrazan cualquier riesgo y amenaza para que se traduzca en carrera de armamentos. Algo que parecía superado con el fin de la guerra fría está renaciendo.

Los grandes bloques, aunque ya no existe el soviético pero sí su heredero ruso, vuelven al enfrentamiento indirecto, a la continua provocación a través de juegos de guerra. Tanto la OTAN como los rusos organizan enormes ejercicios militares para demostrar su músculo al adversario. Un juego peligroso y costoso. Unos presupuestos y unos medios que podían ir destinados a otras actividades relacionadas con la seguridad humana. Además, en su afán por patrocinar la seguridad mundial, las grandes potencias no dejan de vender armamento a terceros países con lo que las empresas del ramo obtienen millonarios beneficios.

¿De qué sirve tanta seguridad para un Estado o una alianza de estados si las personas que los habitan no disfrutan de un mínimo de bienestar, si no tienen libertad o si carecen de los más elementales derechos humanos?

La seguridad de las personas es la que importa, la seguridad humana, la que se ocupa de la dignidad, de erradicar la pobreza y de los derechos humanos. Aunque discutido desde algunos sectores sociales, la seguridad militar ligada a la defensa y a la participación en misiones de paz puede considerarse una parte fundamental de los estados modernos y las organizaciones internacionales. Pero conviene estar atentos al equilibrio y la proporcionalidad de los gastos militares.

En la más cruel actualidad de refugiados que escapan de la guerra, de inmigrantes que huyen de la miseria, de millones de víctimas oprimidas, perseguidas y explotadas, algunos dirigentes de países y organizaciones llamados democráticos, con avanzado nivel de vida, siguen proponiendo la seguridad militar para resolver su seguridad. Muros con alambradas, despliegues de policías y medios militares para impedir que otros seres humanos puedan sobrevivir.  Y desde sus acomodados sillones de mando siguen proponiendo insistentemente aumentar los gastos militares para proporcionar mayor seguridad ¿a quién?

15 de enero de 2016





















Descargar documento en PDF:

‹ volver

Cátedra Paz, Seguridad y Defensa - Universidad de Zaragoza Gobierno de España - Ministerio de Defensa