Cátedra Paz, Seguridad y Defensa

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Observatorio PSyD

El observatorio opina

24 de Junio de 2016

México, un contradictorio ejemplo de desarrollo humano

Fernando Martín Cubel
Máster en Relaciones Internacionales
Miembro de SEIPAZ

Dentro del último informe de Desarrollo Humano 2014, el valor del progreso en cuestiones como la salud, educación, ratios de menor pobreza extrema, y, la subrayable importancia en la seguridad y madurez de dichos logros o en su posibles pérdidas se ha convertido en objetivos esenciales, es decir en la cuestión sobre la vulnerabilidad. En el documento se señala que la desigualdad, en términos macro, ha disminuido, destacando un fuerte aumento en los datos sobre salud. Pero a su vez la diferencia de rentas entre regiones se ha disparado. La vulnerabilidad humana resulta una realidad básica en la estabilidad de la mayoría de las comunidades y sociedades ante los desastres naturales, conflictos armados así como cambios sociales, económicos, medioambientales a largo plazo, entre otros. Uno de los aspectos en los que incide el informe es la falta ya no solo de apoyo sino que el debilitamiento progresivo en ciertas regiones del planeta de sus  estructuras familiares, sociales, comunitarias o estatales provocando un impacto negativo en el día a día de los individuos (un ejemplo de ello es la realidad poco ajena de México). El propio informe señala que 2.200 millones de personas viven en pobreza multidimensional o cerca de dicha condición, mientras que alrededor de 1.500 millones de seres humanos cuentan con empleos informales o precarios. Otro de los aspectos a lo que hace mención el documento es la relación entre conflictos y sensación de inseguridad personal, donde subraya que América Latina y el Caribe sufre más fuertes oleadas de inseguridad personal ante las fuertes tasas de homicidios y de otros delitos violentos (no olvidemos que en caso mejicano la fuerte disparidad en los porcentajes entre la violencia provocada por el crimen organizado y el crimen violento). Uno de los ejemplos que se invita a la reflexión es el que hace mención a la vulnerabilidad como amenaza al desarrollo y de la importancia de gran transformación del conjunto de normas sociales y políticos públicos, ya que considera que el progreso no será ni equitativo ni sostenible. En esta idea se insiste en que dichas vulnerabilidades dentro de ciertos contextos sociales provoca situaciones discriminatorias y el temor por la seguridad física en la vida cotidiana conlleva profundas implicaciones en la garantía del progreso y bienestar de las personas. Por ello, el documento insiste en la necesidad de crear capacidades en materia de preparación y recuperación que permita a las comunidades resistir las amenazas y desafíos mediante alertas tempranas, instituciones públicas más eficaces y una mayor re silencia de las comunidades.
 
Este documento trata de plantear someramente la realidad de México, entre sus datos de desarrollo no solo económicos sino también en IDH (Índice de Desarrollo Humano) que lo convierten en el continente americano en uno de los más avanzados, y ante ello, la fuerte contrariedad que supone el nivel de ineficacia de las políticas públicas aplicadas en la lucha contra la violencia criminal tan activa en el conjunto del país que contradicen muy mucho los datos oficiales. Se planteará algunos datos interesantes dentro del ámbito del IDH sobre México, para posteriormente esbozar la situación de violencia que vive este país y que no termina por resolverse, así como un conjunto de conclusiones al respecto.

México en los Objetivos de Desarrollo Humano

En el inicio del documento del PNUD titulado “Índice de Desarrollo Humano en México: nueva metodología”, Marcia De Castro Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en México y Representante del PNUD esgrime que “En las últimas décadas, la evolución del Índice de Desarrollo Humano (IDH) muestra qué países de todo el mundo se han encaminado hacia niveles más altos de desarrollo humano. Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2013. El ascenso del Sur: Progreso humano en un mundo diverso, México se encuentra entre los 40 países del sur cuyas mejoras en el índice fueron notablemente superiores a las previstas para países que tenían un IDH similar en 1990. En la clasificación mundial, México se ubica en el grupo de países con desarrollo humano alto”[1]

No cabe la menor duda que los esfuerzos realizados por el país azteca en estos últimos años por la elevación de los índices de desarrollo humano, la lucha contra la pobreza han sido notables, si observamos atentamente el presente cuadro 1 en el año 2013 alcanza el primer puesto con una calificación en el IDH de 0,775 puntos, y si nos fijamos en el crecimiento histórico desde 1980 el cambio es positivo.


Gráfico 1. PNUD 2013.

Las perspectivas planteadas para 2015 establecen que México cumplirá con el 85% de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM, a todo ello, ha pasado a formar parte de un nuevo grupo de países emergentes junto con Nigeria, Indonesia y Turquía, y es una pieza clave en la puesta en marcha del nuevo espacio de desarrollo regional latinoamericano denominado Alianza del Pacífico [2]. Todo ello sin olvidar el empuje de la política reformista del Presidente de México Sr. Peña Nieto [3] que hasta el estallido social en el estado de Guerrero parecía mantener la “batuta” reformista del país.

En septiembre de 2000, en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas los líderes del mundo convinieron en establecer objetivos y metas mensurables, con plazos definidos, para combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación del ambiente y la discriminación contra la mujer [4]. Estos objetivos y metas, que constituyen la esencia del programa mundial, se llaman ahora "Objetivos de desarrollo del milenio". En la Declaración de la Cumbre del Milenio se definieron también muchos compromisos en materia de derechos humanos, buen gobierno y democracia. Como ya bien he indicado, los progresos de México en este campo han sido significativos en estos últimos años, y en estos momentos ante la próxima celebración de la Cumbre sobre el Milenio 2015, su realidad indica que  México cumplirá en más del 85 por ciento de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), pactados en la Cumbre de las Naciones Unidas, entre los que se encuentran reducir la pobreza extrema y el hambre ( se estima que la reducción de la pobreza extrema ha disminuido al pasar del dato de un 10% en 1989 a los datos de 2012 que la sitúan en el 4%). Respecto al objetivo sobre la cobertura universal en la enseñanza primaria, el progreso ha sido muy positivo ya que se han alcanzado referencias del 1,4% en 2012 frente al 4,6% existente a comienzos de los años 90. Respecto a la tasa de mortalidad infantil sigue siendo poco positiva aunque bien ha mejorado respecto a años anteriores, hoy día se sitúa en 13 menores muertos  por cada 100.000 nacidos, con menos de un año, mientras que el conjunto de menores de 5 años sigue siendo del 16 por cada 100.000 nacidos. Entre otros datos, indicar que de los  51 indicadores, México cumple con 38, es decir, 74 por ciento con la meta y en 5 indicadores concretamente.

El desafío de la violencia en México

La verdad es que esta realidad parece generar una imagen esperanzadora de uno de los principales países del continente americano.  Sin embargo, hay otra “verdad muy real” que está presente en el quehacer cotidiano de la política, de la economía, de la propia seguridad de los ciudadanos, como es el reconocimiento de un verdadero estado de violencia que está provocando una profunda inestabilidad institucional, social y política del país. Siendo un reflejo de todo ello el siguiente gráfico:



Gráfico 2. Institute for Economics &Peace; IISS [5]

México desde mediados de 2007 hasta nuestros días se ha convertido en el tercer país del mundo en el que el número de fallecimientos provocados por la violencia criminal desborda con mucho las expectativas y realidades de otros países que están en conflicto caso de Afganistán, y situándose por detrás de conflictos como  Libia y Siria.  El Global Peace Index 2014  esgrime que México ha perdido posiciones en 2013, siendo el segundo país más violento, desde 2003 el crimen organizado ha crecido un 73% frente al crimen cotidiano o violento que solo ha aumentado un 7%. También, la incidencia económica de la violencia en el país es profunda, ya que representa el 20% del PIB, siendo de un cuantía directa media de 45.000 millones de dólares –cada mexicano soporta un coste de alrededor de los 3.000 dólares al año-. A todo ello hay que sumar los terribles datos de destrucción de vidas humanas, los ratios de homicidios han vuelto a aumentar entre 2006 a 2012: se han producido 125.000 homicidios con un ratio medio del 37 por 100.000 habitantes, datos terribles cuando en los años setenta del siglo XX era del 16 por 100.000 habitantes.  La eficiencia en el sistema judicial ante el incremento de la violencia ha sufrido un fuerte deterioro, en algunos estados federales descubrimos que cerca del 90% de los homicidios están impunes, se llegan a desconocer o simplemente han sufrido la imposibilidad misma de ser investigado. Otro de los dramas que se une al propio de la destrucción de la vida humana, es el de los desplazados internos que al igual que sucede en otras áreas de Centroamérica, Colombia representan uno de los hechos consecuenciales del mismo, en especial aquella que viene provocada por la  violencia del narcotráfico que desde 2009 ha provocado el desplazamiento de 280.000 personas, uno de los casos más dramáticos es en la región de Sinaloa donde entre febrero de 2011 y febrero de 2012 más de 1.200 familias, unas 25.000 personas, abandonaron sus hogares por la violencia en esta región. La guerra contra el narcotráfico emprendida por el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) hizo visible el fenómeno. Los periódicos comenzaron a hablar de éxodos como el de los juarochos en 2010. Los veracruzanos (jarochos) que habían dejado su Estado natal huyendo de la pobreza rumbo al promisorio norte tuvieron que hacer el viaje a la inversa escapando de Ciudad Juárez, la metrópoli chihuahuense que llegó a ser calificada como una de las más peligrosas del mundo. En este Estado la violencia ha desplazado más de 14.000 personas [6]. Son ejemplos de una realidad que los mexicanos viven junto a la terrible percepción de inseguridad, en los diferentes informes oficiales como en su caso de organizaciones no gubernamentales es difícil no descubrir que la percepción de la inseguridad está muy presente en la población mexicana.

La zona norte del país frontera con Estados Unidos sufre un fuerte deterioro desde 2003 en las condiciones de vida, seguridad y percepción de las mismas por sus habitantes (donde además se han disparado los casos de  femicidio), espacio regional  especialmente sensible para la actividad de los grupos narcos en el intercambio de sus productos a cambio de armas, en la lucha territorial, en las acciones de extorsión sociales y políticas. En su conjunto, México soporta fuertes diferencias entre las zonas más pacíficas con aquellas donde la violencia se ha convertido en una realidad dentro de sus territorios, son pocos los estados que no sufren directamente el estigma de la violencia como es el ejemplo de Chiapas, Campeche y Yucatán. Jaime López-Aranda Trewartha & Lilian Chapa Koloffon señalan que “Es muy posible que ejercer violencia contra otro nunca haya sido más barato en otro momento de la historia moderna de México que a partir de 2008. Y cuando algo resulta barato en extremo, se incorpora a los instrumentos o recursos de uso cotidiano, reforzando a delincuentes para atemorizar a comunidades enteras” [7]

Los Objetivos de Desarrollo Humano ante el desafío de la violencia

Los asesinatos en el estado mexicano de Guerrero en 2014 suponen en la reciente historia de México un punto de inflexión en la percepción de aguante del conjunto de la sociedad azteca y en las líneas rojas que hasta el momento hacían que la propia percepción de inseguridad paralizara las capacidades de reacción ante cuestiones con los secuestros, las extorsiones, los robos, asesinatos… entre otros. El país arrastra un serio problema enquistado desde décadas que fagocita cualquier capacidad de salida como es la violencia criminal, la corrupción institucionalizada, la cada vez mayor penetración del narco en las instituciones públicas y privadas así como en las personas físicas como jurídicas [8]. En el informe sobre Desarrollo Humano 2014, donde se hace un especial hincapié al hecho mismo del sostenimiento del progreso humano y, del impacto de las incertidumbres que generan las vulnerabilidades en las comunidades y sociedad de este planeta, expresa “Cuando las instituciones sociales y jurídicas, las estructuras de poder, los espacios políticos o las tradiciones y normas socioculturales no sirven por igual a los miembros de la sociedad —y cuando crean obstáculos estructurales al ejercicio por parte de algunas personas de sus derechos y opciones— dan lugar a vulnerabilidades estructurales.” [9], en este caso es evidente que el ejemplo azteca responde a esta tesis, el caminar político e institucional mexicano ya no da respuesta real a los desafíos y amenazas doméstico a los que debe hacer frente. La falta de políticas activas con la juventud, el desarrollo de un mercado maduro a nivel industrial, la indolencia y extensión de la corrupción a todos los niveles (observemos el nivel de confianza que los mexicanos tienen por sus diferentes policías municipales que en muchos casos es nulo), la incapacidad de una eficaz y rápida reacción de las instituciones políticas a fenómenos como la violencia criminal o en su caso, el desarrollo de medidas de lucha contra el narco que han profundizado en los círculos de la violencia cotidiana en especial en el período 2006 a 2012. Otro aspecto real es la relación pobreza con vulnerabilidad en las personas, en sus comunidades, si bien es verdad que México ha realizado un proverbial esfuerzo de lucha contra la pobreza extrema, también existe una interesante derivada sobre la existencia de grandes bolsas de pobreza; mientras que en otros países la pobreza genera casos de retroceso en las tasas de salud, afecta negativamente en los rendimientos escolares, en el ejemplo azteca el conjunto de la pobreza acumulada es el fermento perfecto para las redes criminales y en especial para los grupos narcos que cada vez más se han hecho fuertes en el territorio, y representan una puerta de salida a la terrible situación de desigualdad y pobreza.  

Conclusiones: ¿Qué cabría hacer al respecto?:
> Abordar la vulnerabilidad en México desde múltiples dimensiones.
> La necesidad de generar interconexiones en las políticas y sus dinamismos endógenos, por consiguiente “escuchar y ser escuchado” se hace algo más que necesario.
> La importancia de centrar el análisis en la situación de los jóvenes aztecas,  perspectivas de futuro,  cómo entienden su sociedad, entre otros.
> El necesario liderazgo de tipo transversal que estime como esencial el valor de fuerza y defensa de las comunidades.
> La voz de la mujer es primordial, son más de la mitad de la población y con el acuciante problema de las agresiones.
> La lucha ante la persistente crisis institucional, social y ética de un modelo de país, en la que es necesaria una activa participación del gobierno y de la sociedad mexicana
> El reforzamiento de los logros conseguidos en el progreso humano que debiera ser mejorado con una nueva acción reformadora por parte de la presidencia azteca.
> Conocimiento real del mercado norteamericano de narcóticos, lugar donde centra la mayor parte de su actividad los narcos aztecas. Así como de los nuevos modelos de distribución-producción – de los grupos narcos mexicanos.
> Reforzamiento de los logros en los ODM como base de estabilidad global de la sociedad de México

24 de junio de 2016


[1] Índice de Desarrollo Humano en México: nueva metodología. PNUD. http://www.mx.undp.org/content/dam/mexico/docs/Publicaciones/PublicacionesReduccionPobreza/InformesDesarrolloHumano/UNDP-MX-PovRed-IDHmunicipalMexico-032014.pdf [consultado 2 de junio de 2015]

[2] La AP es un mecanismo de integración regional conformado por Chile, Colombia, México y Perú, establecido en abril de 2011 y constituido formal y jurídicamente el 6 de junio de 2012. Representa el 35% del PIB de América Latina y Caribe, con una tasa promedio de crecimiento de un 5% en estos últimos años, el conjunto de los estados miembros cuenta con una alta estabilidad económica y con grandes perspectivas de ampliación del mercado. Su tasa promedio de desempleo se sitúa en el 7% y la inflación en el 2,7%, inferior al 4,6% regional. Representan más del 41% del comercio de la región y el 26% del total de flujos de inversión extranjera directa (cerca de 70.000 millones de dólares en 2012), su oferta de exportación resulta muy interesante para los mercados de Asia Pacífico. Son la 8ª economía mundial y la 7ª exportadora a nivel mundial, a su vez, concentran cerca de 210 millones de habitantes, en su mayoría jóvenes

[3] El mes de Noviembre de 2014, el Presidente Peña Nieto lanzo una nueva línea reformista de lucha contra la corrupción y la impunidad a la nación mejicana, ante las graves consecuencias de los acontecimientos del estado de Guerrero, entre esas medidas están: sustituir a los policías municipales por una policía única estatal más profesional y eficaz, reforma constitucional al Congreso, que prevé que el gobierno federal tome el control de la seguridad en los municipios donde haya indicios de que la autoridad municipal está coludida con el crimen organizado, creación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas No Localizadas, así como de un Sistema Nacional de Información Genética, entre otras medidas.

[4] Los Objetivos de Desarrollo Humano, no olvidemos, son: La erradicación de la pobreza extrema, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer, reducción de la mortalidad de los niños menores de 5 años, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

[5] Gráfico extraído de http://www.economist.com/blogs/graphicdetail/2013/06/daily-chart-5  [consultado 2 de junio de 2015]

[6] Luis Pablo Beauregard. “ Una investigación cifra en 280.000 los desplazados en México por la violencia” http://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/15/actualidad/1431655479_587421.html [consultado 1 de junio de 2015]
[7] Index peace mexico. http://www.visionofhumanity.org/#/page/indexes/mexico-peace-index.  [consultado 1 de junio de 2015]

[8] Héctor Aguilar Camín. La captura criminal del Estado. http://www.nexos.com.mx/?p=23798  [consultado 1 de junio de 2015]

[9] Informe sobre Desarrollo Humano 2014. Sostener el Progreso Humano: Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia. http://hdr.undp.org/es/content/informe-sobre-desarrollo-humano-2014 [consultado 1 de junio de 2015]


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