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Observatorio PSyD

El observatorio opina

9 de Mayo de 2018

LO LEGÍTIMO NO SIEMPRE ES LEGAL Y VICEVERSA

Juan A. Moliner González
General de División del E.A. (Reserva)
Subdirector del Instituto Universitario Gutiérrez Mellado

En la madrugada del sábado 14 de abril, una coalición de fuerzas militares de Estados Unidos, Francia y Reino Unido atacó diversas instalaciones en Siria relacionadas con el control, almacenamiento y desarrollo de armas químicas.

El ataque había sido anunciado con suficiente antelación, tanto por medios habituales y contactos directos entre los actores implicados, como por otros menos frecuentes y que se pueden considerar al menos como peculiares [1], dada la gravedad y seriedad que estos hechos tienen para la comunidad internacional.

El más de un centenar de misiles lanzados desde diversas plataformas en el Mediterráneo y Mar Rojo alcanzó sus objetivos militares, a pesar de la defensa aérea de las fuerzas sirias apoyadas por Rusia. Un puesto de mando, dos instalaciones de almacenamiento y un centro de investigación clave en el desarrollo del armamento químico sirio fueron destruidos, sin que ninguna parte haya informado de bajas civiles o militares. En consecuencia, un ataque limitado y “quirúrgico”, preciso y absolutamente controlado para evitar, además de otras consecuencias, cualquier tipo de “daño colateral”.

Esta acción ha sido la respuesta dada por las naciones mencionadas al ataque con armas químicas llevado a cabo por las fuerzas sirias, según los promotores del ataque, en la ciudad siria de Duma el 7 de abril y en el que al menos 40 personas, mayoritariamente civiles, habían resultado muertos debido a los efectos de bombas de cloro y gas sarín, ambos agentes neurotóxicos. Los sirios y los expertos rusos que les asesoran han dado, sin embargo, una versión diferente: fue un montaje de los propios grupos insurgentes para que fueran acusados falsamente y responsabilizados los sirios, y obtener así la reacción occidental.

Más tarde, los rebeldes de Duma, uno de los últimos bastiones resistentes al gobierno, y a las puertas de Damasco, llegan a un acuerdo con el gobierno sirio y cuatro días después se les permite abandonar la ciudad. Hasta aquí, muy sucintamente, los hechos.

Una primera interpretación apoyada en consideraciones de Derecho Internacional: el ataque no ha contado con el respaldo de Naciones Unidas a través del organismo que vela por la paz y seguridad internacional, el Consejo de Seguridad. Este organismo ha sido incapaz, dada la correlación de fuerzas y sistema de vetos imperante, de llegar a una Resolución que respaldara una acción asumida por todos los países. La conclusión es que el ataque con misiles sobre instalaciones químicas sirias el 14 de abril no fue legal.

Ahora bien, desde la eticidad y moralidad de esta acción de guerra, también se da una interpretación: la acción es legítima.

Para justificar esta aseveración hay que considerar los elementos que pueden apoyar esa legitimidad en contraste con los que no, y hacer una evaluación final que concluya en la oportunidad y conveniencia, o no, de esa acción desde la bondad o maldad de sus causas, desarrollo y consecuencias.

a) Las características del ataque hacen muy probable la ejecución gubernamental (uso desde helicópteros que solo están en poder de militares sirios), así como la información e inteligencia conseguida por Estados Unidos y aliados. La utilización previa de ataques químicos por fuerzas del gobierno, probadas fehacientemente, también avalan que en Duma fueron los mismos autores. Aún más, la oposición y obstáculos puestos para una intervención, lo más rápida posible de los inspectores de Naciones Unidas, miembros de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, favorecería la eliminación y limpieza de restos y consecuencias del ataque. Todo ello tampoco hace creíble la postura siria y apoya que la autoría del ataque del 7 de abril en la ciudad de Duma fue llevada a cabo por fuerzas gubernamentales sirias. Además hay antecedentes previos, desde el verano de 2013, de más de 85 ataques químicos claramente probados en su ejecución por parte de las fuerzas gubernamentales sirias contra fuerzas rebeldes y población civil.
Por su parte, el gobierno sirio y Rusia, principal apoyo del presidente Al Assad, además de Irán y el grupo Islamista Hezbollah, han negado ser los autores del ataque en Duma, aunque también han echado la responsabilidad del mismo en los hombros de fuerzas opositoras.
Ante todo ello, para Estados Unidos, Francia y Reino Unido, la conclusión era clara: fueron las fuerzas gubernamentales sirias las autoras del ataque en Duma el 7 de abril.

b) En relación con el desarrollo de la operación, su validez se basa, por un lado, en lo restringido del ataque, contra un número reducido de objetivos y con advertencia previa de su ejecución, tanta que dio tiempo a la evacuación de instalaciones militares que podrían ser consideradas como posibles objetivos.
Por otro lado, se justifica en la realidad de sus efectos: solo se destruyen los objetivos militares perseguidos: un puesto de mando, un centro importante en la investigación, desarrollo y producción de armas químicas y dos instalaciones de almacenamiento.
Finalmente, se fundamenta en la realidad (informada por todas las partes) de que no hubo ninguna víctima civil ni militar producto del ataque. Ello permite categorizarlo como castigo leve. Es decir, que hubo proporcionalidad y contención en el uso de fuerza como respuesta a la agresión química.

c) En cuanto a las ventajas, utilidad y consecuencias de esa respuesta, el lanzamiento de misiles, hay que tener en cuenta las siguientes observaciones. Lo primero es reafirmar que las armas químicas constituyen un ataque contra la humanidad, dada su naturaleza indiscriminada e incontrolada, afectando inevitablemente no sólo a las fuerzas militares, sino a los civiles no combatientes.
En segundo lugar, tras diversas actuaciones por parte de la comunidad internacional, incluyendo Resoluciones del Consejo de Seguridad advirtiendo al gobierno sirio de la inaceptabilidad del uso de armas químicas, no se podría dejar sin respuesta el ataque químico en Duma, último de una larga serie. La inacción significaría otorgar carta de inmunidad al empleo de productos químicos como arma de guerra y, además, podría llevar a banalizar su utilización, extendiéndose el ejemplo para otros eventuales estados, grupos o personas que favorecieran la proliferación de estas armas de destrucción masiva. Todo ello, desprestigiando y echando al traste los enormes esfuerzos de la comunidad internacional para reducir, neutralizar y eliminar el armamento químico.
Finalmente, tanto la ejecución del ataque por una reducida coalición internacional y no un único país, como el apoyo directo en dicha ejecución prestado por otros países, las manifestaciones de respaldo de muchos gobiernos, y la procedencia de su validez avalan la oportunidad y conveniencia de la acción.

En resumen, cuando se reclama desde las opiniones públicas la necesidad de intervenir ante agresiones a la humanidad, y a pesar de que todo uso de la fuerza es resultado de la imperfección de nuestra condición individual y social, así como de la incapacidad del actual sistema de relaciones internacionales para resolver conflictos, el ataque a Siria se reconoce como la única alternativa realista de actuación. Persigue un fin loable: impedir que en conflictos armados, y particularmente en una guerra como la de Siria en la que se han usado profusamente, se vuelvan a utilizar medios que no son legales ni legítimos. La actuación de Estados Unidos, Francia y Reino Unido está apoyada en argumentos éticos y se puede y debe considerar legítima, aunque no sea legal. En esta discusión, quizá una lección aprendida, no la única, es la necesidad de replantear una vez más el funcionamiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, dado el papel esencial de este órgano y su “responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales”, tan gravemente amenazadas por las Armas Químicas.

9 de mayo de 2018



[1] El presidente Trump amenazó el 11 de abril en Tweeter que "Russia vows to shoot down any and all missiles fired at Syria. Get ready Russia, because they will be coming, nice and new and Smart. You shouldn´t be partners with a Gas Killing Animal who kills people and enjoys it".





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