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Observatorio PSyD

El observatorio opina

27 de Junio de 2014

La lucha yihadista, hasta en casa.

David Corral
Periodista

Cuando se habla en los medios de comunicación sobre terroristas o combatientes yihadistas, generalmente por sus acciones para instaurar el Islam más radical allá donde actúen, la mayoría de los espectadores o lectores piensan en Siria, Afganistán, Irak, Yemen… y poco en Barcelona, Málaga, Madrid, Ceuta, Melilla… El último caso relacionado con extremistas en nuestro suelo sucedió a finales de mayo. La Operación “Javer”, llevada a cabo en Melilla, conseguía el desmantelamiento de una célula de captación y la captura de seis de sus miembros, todos de nacionalidad española y residentes en la ciudad autónoma. Los detenidos contaban con numerosos vínculos con grupos terroristas que operan en el Sahel y otras zonas de África afectadas por conflictos. Uno de ellos, Benaissa Laghmouchi Baghdadi, es considerado como el primer yihadista español retornado del Sahel, donde estuvo entrenándose en el desierto del norte de Mali en uno de los campamentos del MUJAO, el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental, una de las facciones de Al Qaeda en la zona. La misión de esta célula melillense era crear una infraestructura estable en Melilla y Nador para recibir a los combatientes que fueran a regresar desde diferentes “campos de batalla” y reclutar y enviar nuevos militantes a combatir a Mali, Siria o Libia. La trama habría enviado a países del Sahel al menos a 26 terroristas, entre ellos dos españoles.

Desde 2004, hasta esta operación, 472 yihadistas han sido detenidos en España, de los que 105 lo han sido a lo largo de este año. Muchos de ellos, marroquíes, argelinos, sirios, tunecinos o paquistaníes, entre otros, han sido expulsados de nuestro país por motivos de “seguridad nacional” a sus países de origen. Considerados una “amenaza”, se les ha prohibido volver a España antes de 10 años. Según afirman fuentes del Gobierno “no hay constancia de que ningún expulsado por terrorismo yihadista haya regresado”. Pese a los éxitos en la lucha antiterrorista, los expertos consideran que la fase de captación y envío de yihadistas al extranjero dará paso gradualmente al retorno de excombatientes occidentales a sus lugares de origen. Estas personas, con entrenamiento militar y conocimientos para perpetrar atentados terroristas, son captadas en Estados Unidos o Europa por grupos extremistas vinculados a Al Qaeda u organizaciones afines. El objetivo es hacer de ellos combatientes tanto en primera línea como dentro de las fronteras de sus países, por lo que cuando retornan se convierten en una amenaza escalofriante.

En Siria son miles los yihadistas occidentales que están luchando en la actualidad en una guerra civil que dura ya más de tres años. Los servicios de inteligencia y contraterrorismo estadounidense estiman que hay más de 70 compatriotas suyos luchando contra el gobierno del Presidente Bashar al-Assad en las filas de diversas organizaciones radicales islamistas. Uno de ellos, Moner Mohammad Abusalha, se convirtió en mayo en el primer ciudadano estadounidense en cometer un atentado suicida. El fallecido formaba parte del Frente Al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, y ejecutó su ataque en la zona de Yabal Arbain.

Los esfuerzos de los gobiernos occidentales ante este regreso se está haciendo día a día más notable con detenciones, desarticulaciones de grupos y células, rescisiones de ciudadanías de activistas, etc. Ante la actuación de estos yihadistas retornados se hace necesario incrementar las medidas de prevención y el intercambio de información con EE.UU. y en Europa. Son dos de las varias cuestiones que recalcaron los ministros de Interior de Francia y Bélgica en la rueda de prensa en la que comentaron la detención, en Marsella, del supuesto autor del ataque antisemita contra el museo judío de Bruselas, cometido el pasado 24 de mayo, y en el que perdieron la vida tres personas. El sospechoso es un francés de 29 años vinculado a grupos yihadistas. Ni el de Bruselas fue el primer ataque en Europa de este tipo ni desgraciadamente será el último.

4 de junio de 2014































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