Cátedra Paz, Seguridad y Defensa

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Observatorio PSyD

El observatorio opina

17 de Abril de 2015

La importancia del acuerdo de Lausanne sobre el programa nuclear iraní

Fernando Martín Cubel
Máster en Relaciones Internacionales.
Miembro de SEIPAZ

En mitad de la semana santa, el mundo recibió la noticia del principio de acuerdo en Lausanne, sobre el programa nuclear iraní. John Kerry, Secretario de Estado norteamericano, escribía en twitter a las 19.30 horas del día 2 de abril de 2015: “Big day: #EU, P5 +1, and # Iran now have parameters to resolve major issues on nuclear program. Back to work soon on a final deal”; poco antes Hassan Rohaní, presidente de Irán, mandaba el siguiente mensaje en : “Solutions on key parameters of Iran #nuclear case reached. Drafting to start immediately, to finish by June 30th. #IranTalks. la influyente senadora demócrata Dianne Feinstein señaló en la CNN  “que es un acuerdo mejor de lo que esperaba. Creo que puede ser un acuerdo práctico y muy útil, y puede ser la señal" de un "nuevo comienzo"con Irán.

¿Qué han aceptado las partes cómo principio de acuerdo?:

1. El 95 % del uranio ya producido por Irán deberá ser diluido o enviado al exterior.
2. La OEIA ejercerá "controles estrictos" durante 25 años de todas las actividades nucleares iraníes.
3. Dos tercios de la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán deberán estar bajo permanente supervisión durante los primeros diez años del acuerdo. El enriquecimiento de uranio es una de las partes más sensibles, ya que su uso puede ser tanto civil como militar.
4. El enriquecimiento de uranio para fines de investigación y desarrollo se podrá llevar a cabo de forma limitada y bajo estrictos controles.
5. Como contrapartida, se levantarán las sanciones impuestas a Irán debido a su programa nuclear. Este levantamiento afecta tanto a las sanciones económicas como diplomáticas.
6. El representante iraní ha explicado en la rueda de prensa posterior al acuerdo que todas las sanciones se levantarán definitivamente si se firma el acuerdo definitivo el 30 de junio.
7. Según fuentes europeas, la central de Fordo -construida bajo tierra y a prueba de bombas, según algunos analistas- se convertirá en un centro avanzado de investigación nuclear con presencia de científicos extranjeros y no dispondrá de los recursos necesarios para fabricar una bomba.
8. La fecha límite para acabar de concretar las condiciones del acuerdo alcanzado este jueves es el 30 de junio.

¿Y ahora qué?, la fecha es el 30 de junio

Pocos podían pensar a estas alturas que finalmente se pudiera llegar a un acuerdo básico respecto al programa nuclear iraní, sin embargo tras varios intentos con sus correspondiente prórrogas en una lucha denodada por mantener el diálogo y tender puentes de confianza entre las partes, se ha logrado finalmente que dicho acuerdo entre las partes fructifique, y claro está, ello conlleva repercusiones multidimensionales. La más subrayable de estas repercusiones es que el status quo nacido tras la revolución islámica de 1979 en Irán tiene visos de tocar a su fin: 7 de abril de 1980 el presidente de EE UU, Jimmy Carter, rompe relaciones diplomáticas con Irán; Irak invade Irán en 1980 y Washington apoya a Irak en una guerra que dura hasta 1988; en 1987 empiezan las primeras sanciones y embargos de EE UU contra Irán, bajo la presidencia de Reagan; en 2002 George W. Bush acusa a Irán, Irak y Corea del Norte de formar el "eje del mal"; en 2005 el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) afirma que Irán incumple el Tratado de No Proliferación Nuclear; en 2006 La ONU impone sanciones a Irán para que frene su programa de enriquecimiento de uranio. En 2010, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ordena iniciar el enriquecimiento de uranio al 20%; en 2012 la UE aprueba el embargo de las importaciones de productos petroleros procedentes de Irán que, como represalia, suspende sus exportaciones de crudo a Reino Unido y a Francia. Junto a estas acciones está la fecha de 27 de septiembre de 2013, Barack Obama y el nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní, escenifican el deshielo con una conversación telefónica. Dos meses después, se llega al pacto para frenar el plan nuclear.

Este status aislacionista sobre el régimen de Irán ha provocado tensiones en el área y representaba un serio aspecto de fricción y tirantez desde mediados de los ochenta. En estos momentos la realidad regional de 2015 no se parece en nada a aquella nacida de 1979, los problemas existentes necesitan de la acción diplomática iraní como un pilar más de resolución de los serios problemas a lo que se enfrenta Oriente Medio con un Irak débil, sufriendo las serias consecuencias de 2003 y la presencia del DAESH en su territorio, con la terrible realidad de la guerra civil siria, las dificultades de convivencia entre las dos ramas principales del Islam –chíismo y sunismo-, así como el soterrado enfrentamiento por el poder regional con Arabia Saudí, sin olvidar la cuestión palestina y el reconocimiento de Israel, y como no el futuro de los kurdos y de Afganistán. La actual guerra desatada en Yemen expresa bien a las claras los serios problemas existentes. Otro aspecto significativo es prestar atención al grado de profundidad que puedan alcanzar las “renacidas relaciones” entre Estados Unidos e Irán, en estos momentos se producen acciones puntuales de cooperación en la lucha contra el DAESH, pero deberá observarse si estos dos países desarrollan la suficiente capacidad de confianza que permita un claro relanzamiento del diálogo diplomático mutuo. Es posible que  “factor nuclear” presente en las agendas de seguridad de ambos países, de paso a cuestiones más relevantes sobre todo a nivel energético, de derechos humanos, económicos, diplomáticos, culturales y estratégicos que aceleren los procesos de cooperación: no olvidemos que el régimen iraní está sufriendo una grave crisis económica y de exportación de crudo, entre la baja producción situada en el millón de barriles de petróleo y la caída significativa del precio del barril, los ingresos estatales persas se han desplomado en cerca del 50%; el gradual levantamiento del régimen sancionador permitiría al régimen iraní recuperar una cuota de producción cercana a los dos millones de barriles y seguramente un nuevo papel dentro de la OPEP. Otra de las cuestiones derivadas de este acuerdo es si para finales de junio de 2015 se logra un acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní qué va a suceder con la puesta en marcha de los ambiciosos programas de Turquía y Arabia Saudí; aún más, la postura de Israel, estado no reconocido por Irán, que ha luchado por el total desmantelamiento del programa nuclear persa y cuya cuestión ha estado muy presente en la última campaña electoral israelí, en estas últimas horas se está produciendo una auténtica variación en la posición inicial de su primer ministro Sr. Netanyahu, que desde una posición de fuerte oposición a la existencia del programa nuclear persa ha pasado a plantear la existencia del mismo: "No estoy intentando matar cualquier acuerdo. Estoy intentando matar un mal acuerdo", y también, "todavía hay tiempo para conseguir un mejor acuerdo", afirmó el líder israelí a la cadena CNN (en algún momento Israel e Irán deberán sentarse a hablar).

Como puede observarse, las variables derivadas de un escenario nuevo son infinitas, para el régimen iraní, con la difícil situación del estado persa con una caída de los precios del crudo que ha provocado una pérdida del 50% de los ingresos, junto a  los bajos niveles de producción que en estos momentos se sitúa en torno al millón de barriles diarios –tal y como he descrito antes-, con un paro juvenil del 20%, juventud que en muchos casos no  ha vivido de cerca la revolución islámica de 1979 y cuyas expectativas son otras, y con la perentoria necesidad de acceder a cerca de 90.000 millones de dólares congelados con el régimen sancionador, este acuerdo es básico. Los resultados de las últimas elecciones de 2013, con una alta participación del electorado iraní y las ansias de cambio de la sociedad persa “obligan” a que el propio régimen genere un conjunto de reformas necesarias para su integración y adecuación a un mundo globalizado. Hassan Rohani, al inicio de su mandato afirmó que su gobierno haría todo lo posible para fomentar la confianza” -estas palabras respondían al apoyo recibido en las elecciones de 2013 y a la alta participación electoral del pueblo iraní -,  para ello realizó una labor de selección de aquellas personas que podrían en las atascadas conversaciones sobre el programa nuclear generar consensos y confianza, frente al duro discurso de su predecesor en el cargo, se imponía un cambio en la acción negociadora, un ejemplo fue el caso de su ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, a quien encomendó la dirección de las negociaciones nucleares, que hasta entonces recaía en el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional. La prensa conservadora iraní, como es el caso del periódico Kayhan, afirmaba en uno de sus titulares” La energía nuclear se va y las sanciones se quedan”, sin embargo en la oración del  viernes en la capital, el ayatolá Mohammad Emami Kashani elogió el acuerdo calificándolo de "excepcional" .Los discursos que emiten los imanes durante la Oración del Viernes en el conjunto de Irán siguen idéntica línea ideológica y sus opiniones vienen dirigidas por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Ningún imán se sale de esta línea. Resulta pues muy significativa la postura favorable al acuerdo expresada en la Oración del Viernes más importante del país. Es, sin duda, un reflejo del apoyo de Jamenei al trabajo del gobierno y un espaldarazo a su éxito diplomático histórico. Será necesario tiempo y distancia para observar cómo evoluciona dentro del régimen iraní la aceptación del acuerdo final, no  olvidemos que la propia supervivencia del mismo está en juego.

Mientras, Barak Obama debe hacer frente a esta situación: un Congreso norteamericano en manos de los republicanos, con serios problemas con sus aliados naturales en el área respecto a este acuerdo: Israel como Arabia Saudí han mostrado su consabida oposición a este acuerdo, no olvidemos el estruendoso discurso del reelegido primer ministro Sr. Netanyahu en el Congreso de los Estados Unidos, o los pasos dados por el régimen saudí para escenificar su contrariedad a esta negociación en la no aceptación de la silla del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Barak Obama ha invitado a la residencia presidencial de Camp David a los líderes de Arabia Saudí y otros cinco aliados del  Golfo Pérsico, en el inicio de una campaña de persuasión para generar un adecuado clima de confianza entre todas las partes). Legisladores republicanos y demócratas coinciden en pedir que se escuche su opinión antes de un acuerdo definitivo en junio. Y reiteraron sus planes de presentar un proyecto de ley que permita al Congreso revisar y anular un pacto final. Otro proyecto de ley, con apoyo de representantes de ambos partidos, aumentaría las sanciones a Irán en caso de que en junio no se llegue a un entendimiento. Los republicanos se oponen frontalmente a las negociaciones con Irán porque recelan de cualquier acercamiento a un país con el que EE UU no mantiene relaciones desde 1980 y creen que toda concesión allana el camino de Teherán a la bomba atómica. A partir del 13 de abril el juego se inicia entre la presidencia de los Estados Unidos y las mayorías republicanas, y por parte de aquellas empresas y multinacionales norteamericanas que puedan observar en el acuerdo una nueva oportunidad de negocios en Irán, es posible que Wall Street tenga algo que decir en todo esto.  El mayor aliado del presidente norteamericano es  el hecho mismo de estar al final de su mandato y esta cuestión circunstancial del tiempo presidencial es el mejor compañero de viaje político con el que cuenta Barak Obama.

Conclusiones.

Cuando se publicó la estrategia de seguridad nacional bajo la presidencia del actual presidente de los Estados Unidos, se indicaba que en las relaciones estratégicas con los países del golfo pérsico se primaría todas aquellas cuestiones que frenaran el programa nuclear persa, parece ser que habrá que cambiar este relato estratégico. Irán, a partir de este principio de acuerdo, comienza a regresar al escenario internacional, es un país con grandes posibilidades energéticas y tiene un peso innegable en la región, así como perentorias necesidades industriales, financieras, comerciales…, entre otras. La cuestión es cómo y a qué precio, ya que evidentemente la variación de un status internacional nacido en 1979 no desaparece de la noche a la mañana. En segundo lugar, si existe influencia sunita en Oriente Medio, qué va a suceder a partir de ahora con los chiitas, la influencia iraní va a representar un espaldarazo para las poblaciones chiitas en Yemen, Arabia Saudí, Bahréin…. Desde ahora y hasta finales de junio de 2015:  ¿todos deben saber qué van a perder para lograr paz, estabilidad y seguridad?, ¿cómo se articulará el papel del régimen iraní en la estabilidad de Siria e Irak, sin olvidar Afganistán? Este principio de acuerdo, ¿es un espaldarazo a la no proliferación nuclear o a la tentación por adquirir material nuclear con fines terroristas?, ¿donde quedará el acuerdo firmado con Rusia sobre la construcción de centrales nucleares con Irán?, ¿Puede  iniciarse un cambio de relato narrativo estratégico en un complejo escenario como es Oriente Medio?, ¿qué otras ventanas de oportunidad se nos abren a partir de este momento?, ¿si el programa nuclear iraní puede resultar un “problema de seguridad regional” menor qué va a suceder con los novedosos programas nucleares de Turquía y Arabia Saudí? ¿qué sucederá entre Israel y Arabia Saudí en sus relaciones con Irán?. Javier Solana afirmaba que “la situación es complejísima y de ahí la gran importancia de llegar a un pacto. Este no generaría milagros pero sin duda sería un paso sin el cual Oriente Próximo tardaría mucho más en reconciliarse consigo mismo”. En realidad el acuerdo es un posible inicio  de reconciliación sobre la base de un poder regional capaz de dar estabilidad, paz, seguridad y respuesta a las crecientes demandas de las sociedades árabes, estaremos pendientes de su evolución, la compleja deriva de estos días no debe ocultar las consecuencias positivas del acuerdo de 2 de abril de 2015 y su afianzamiento el próximo mes junio.

17 de abril de 2015

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