Cátedra Paz, Seguridad y Defensa

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Observatorio PSyD

El observatorio opina

27 de Febrero de 2013

La Armada como instrumento de la acción exterior del Estado en el Atlántico Subsahariano (II)

C.A. Bartolomé Bauzá Abril (coord.)
A.N. Fernando Fernández Fadón
Estado Mayor de la Armada

Avante toda las dos: diplomacia naval española en el marco del Plan África (2009-2012)

El perfil modesto que reviste la participación de la Armada en el golfo de Guinea hasta el año 2009, fecha en que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (en adelante, MAEC) lanza la segunda edición del Plan África (2009-2012)[1], se corresponde con el carácter iniciático que marca su antecesor para el intervalo 2006 y 2008. Sin embargo, una vez sentadas las bases, el documento aprobado en 2009 establece que África subsahariana no sólo se ha convertido en un “rasgo identitario” de la política exterior española, sino que asume una profundización de la acción exterior hacia la zona. Asimismo, como parte de la metodología que habrá de regir cuantas acciones se pongan en marcha en el entorno de este plan, se establecen dos principios generales. El primero, conocido como “whole of government”, enfatiza que habrá de producirse una “coordinación de diferentes agentes de la Administración General de España en situaciones de fragilidad”, todo ello en estricta correspondencia con el segundo, que bajo la denominación de “whole of system” se refiere a la “coordinación de los diferentes países que actúan en el mismo país socio”.

A partir de estas coordenadas conceptuales, la Armada, además de continuar con las líneas de acción puestas en marcha durante el período anterior, eleva progresivamente su nivel de compromiso tal y como señala el Plan África de 2009. En octubre de 2010 comienza la participación de la Armada -ininterrumpida hasta la fecha- en la iniciativa del Instrumento de Estabilidad de la UE “Critical Maritime Routes”, enfocada al fortalecimiento de capacidades en el golfo de Guinea. Asimismo, en estrecha colaboración con el MAEC y la Dirección General de Política de Defensa del Ministerio de Defensa, la Armada no sólo incrementa su nivel de colaboración en el marco de Africa Partnership Station al participar con unidades navales en ejercicios con marinas africanas y de otros actores como los Estados Unidos y Francia, sino que también se da carta de naturaleza a despliegues autónomos diseñados en clave nacional para mejorar el conocimiento del entorno marítimo, el fortalecimiento de capacidades marítimas, así como para contribuir a reforzar la acción exterior del Estado en otros ámbitos asimilables en torno a los fines que marca el Plan de Diplomacia de Defensa, aprobado en junio de 2011.

De forma paralela, se trabaja en la consolidación del entramado de seguridad marítima para el triángulo del África Occidental a través de la realización de patrullas conjuntas con Cabo Verde, el incremento de visitas de autoridades de la Armada a estos países, la cesión de material “surplus”, el fortalecimiento de capacidades y ejercicios realizados con motivo de las escalas de los buques de la Armada o la conclusión prevista de “Acuerdos Técnicos de Seguridad Marítima” con las marinas de Senegal y Mauritania. En el golfo de Guinea, el cuadro de intereses españoles que se recogen en las sucesivas entregas del plan África quedan cualitativamente marcados por aquellos de índole pesquera y los relacionados con la seguridad energética. Con respecto al primero, su importancia puede resumirse en que “España es uno de los principales países en actividad pesquera de altura y gran altura en África; y el más importante sin duda en el conjunto comunitario”, lo que más allá de un significativo impacto económico y de puestos de trabajo, cabe apuntar que su actividad se desarrolla en un entorno potencial de adquirir mayores cotas de inseguridad. Común a ambas ediciones, pero de una manera más decidida en la correspondiente a 2009, se subraya la importancia que para la seguridad energética nacional tienen los suministros de hidrocarburos que desde Nigeria principalmente, se dirigen a las terminales españolas y que evolucionan en una zona, la del delta del Níger, que proyecta una serie de amenazas en forma de piratería a las que líneas de comunicación marítima no resultan inmunes. En concreto, el Plan África (2009-2012) señala que Nigeria cubre el 25% de las necesidades globales españolas en materia de hidrocarburos, cuyo flujo repercute directamente en las actividades diarias de buena parte de los españoles así como en los ciclos productivos de la economía.  

Por tanto, puede concluirse que la evolución desde un enfoque reactivo (Índico) hacia un esquema activo que pivote alrededor de la prevención (Atlántico Subsahariano) ante un mismo fenómeno (piratería) no sólo se arbitra como una opción eficaz, sino que constituye una muestra de madurez de la acción exterior española en el entorno internacional. Además, desde el punto de vista de la implementación de una política pública, la posibilidad de establecer unas bases coordinadas de actuación y planificación entre diferentes departamentos de la administración española encuentra en la flexibilidad que aportan las unidades navales el valor añadido que retiene la posibilidad de conmutar en “tiempo real” marcos de actuación exclusivamente nacionales por otros internacionales y viceversa. Todo ello,  en un ejercicio susceptible de ser calificado como “diplomacia de geometría variable” modulada a voluntad del decisor político.  

Sin olvidar que por su trayectoria histórica, África es un continente muy sensible a cualquier interferencia externa, la mínima repercusión o huella sobre el terreno que dejan las unidades navales, multiplica aún más el valor de la Armada para la acción exterior española en esta zona. De cara al futuro, ¿constituirá África la excepción, o la oportunidad para ser adoptada como regla de la acción exterior de España en materia de seguridad?

Madrid, 28 de febrero de 2013

[1] Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (2009) Plan África 2009-2012. Madrid.

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