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Observatorio PSyD

El observatorio opina

12 de Junio de 2015

India, muy pendientes de sus siguientes pasos en 2015

Fernando Martín Cubel
Máster en Relaciones Internacionales
Miembro de SEIPAZ

Acercarse a la realidad de la India, la mayor democracia del planeta, nos lleva en numerosas ocasiones a centrar nuestra atención en cuestiones domésticas y en muy estrecha relación con aquellas preocupaciones del ámbito propio de la seguridad humana: la corrupción, la falta de un impulso decisivo en las políticas reformistas del país, la inseguridad ciudadana, la situación de las clases sociales y de la propia mujer, entre otros, son aspectos significativos para una nación con cerca de mil doscientos millones de personas, cuyo coeficiente GINI está en 0’368, donde la esperanza de vida se sitúa en torno a los 70 años (según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación español); en el ámbito económico su PIB en 2013 rondó los 1.877 billones de dólares siguiendo una auténtica línea ascendente en el crecimiento y creación de riqueza (aunque no olvidemos que en 1960, la economía india era un 20% mayor que la china y hoy la economía china es siete vez mayor que la India); sin dejar de lado logros tan significativos como es el alto nivel de acceso al agua potable en los espacios rurales –cerca del 91%- (datos extraídos del Banco Mundial). Sin embargo, qué sucede respecto a  su proyección estratégica tras el cambio político de 2014, momento en el que  La Alianza Democrática Nacional liderado por el BJP alcanzó más de 330 escaños ante los 272 escaños necesarios para tener el control de la Cámara Baja (Lok-Sabha) junto a una alta participación de los ciudadanos y ciudadanas con derecho a voto -cerca del 70% (550 millones de votos) de su cuerpo electoral ejerció el voto, en un ejemplo similar a las últimas elecciones de Irán, ¿no resulta curioso?.

Podríamos empezar por el final y plantear estas cuestiones: ¿estamos ante un cambio de proyección estratégica global de la India, y aún más, qué intereses va a priorizar dentro de su actual posición en Asia, la nueva realidad política hindú?, ¿su posible nuevo modelo de multilateralismo económico puede ser no visto con buenos ojos por sus vecinos o servirá para generar una mayor estabilidad regional? El nuevo impulso de Narendra Modi, como nuevo primer ministro de la nación, no nos ha dejado de sorprender en este corto período de tiempo: cumbre con los BRICS en Brasil, reunión del más alto nivel con países como Japón, China, Nepal, Vietnam, Rusia y Bután, así como una especial atención a sus relaciones con Estados Unidos en 2014 y sin olvidar Pakistán y Bangladesh. Las líneas maestras de su política exterior se sustentan sobre la base de una auténtica consolidación de la India en el sudeste asiático: potenciando las capacidades de atracción en inversión directa cuestión que en estos momentos es capital para el gobierno de Narendra Modi, -la India ha dejado de ser un foco atractivo para los flujos inversores globales-; incrementando su papel global como país en asuntos de la agenda global (en especial en la cuestión del terrorismo global). No obviemos la buena experiencia de Nahrendra Modi cuando estuvo al frente del estado de Gujarat donde consiguió entre 2012 y 2013 unas tasas del paro cercanas al 1%, sin olvidar su labor en la administración pública donde logró un superávit  entorno a los 770 millones de dólares.

Una de las claves en toda esta cuestión reside en la vinculación entre mayor proyección estratégica y desarrollo económico, se hace muy necesaria para las aspiraciones domésticas hindúes una decisiva potenciación de sus nuevos proyectos en infraestructuras críticas para el país (en especial en el ámbito de la seguridad energética doméstica), el logro de nuevos y fiables socios estratégicos, así como acuerdos económico-financieros que permitan el crecimiento sostenido de este país (no olvidemos que si bien es verdad que estos últimos años la India ha demostrado altas tasas de crecimiento de su PIB, en 2013 no alcanzó el 5%, una cifra que no es aceptable para sus perspectivas de desarrollo económico y social), siendo un ejemplo práctico la firma del acuerdo de exploración petrolera en Vietnam entre la empresa india ONGC Videsh y el Grupo vietnamita de Petróleo y Gas (PetroVietnam), y las medidas destinadas a acelerar y diversificar el comercio bilateral hacia la meta de 15 mil millones de dólares en 2020. Respecto a Japón, y tras la última visita del primer ministro Abe a la India, estos dos países han potenciado las relaciones económicas y financieras, Japón se ha comprometido a duplicar la inversión en India en cuestiones como los trenes de alta velocidad, el compromiso alcanza al mercado de tierras raras, fundamentales para el desarrollo de alta tecnología nipona; también los compromisos militares, con la realización de maniobras conjuntas en 2014 (no olvidemos las maniobras en la costa de Chenai en el Índico), y la estrecha colaboración para la adquisición del anfibio US-2i nipón por parte del ejército hindú, ¿supondría ello una ruptura de la tradicional postura de Japón de no venta y transferencia de material militar y tecnológico?. Finalmente, otra de las cuestiones en las que estos dos países muestran una gran coincidencia de intereses es en el hecho de ser dos países consumidores energéticos y profundamente preocupados por el respeto de las rutas marítimas dentro de un espacio de libertad, estabilidad y legalidad internacionales. Una muestra más de este nuevo impulso estratégico es la visita de Vladimir Putin a la India a finales de 2014, en un intento de recuperar las buenas relaciones con la nación hindú y que llevó a la firma de acuerdos de cooperación energético y comercial. Otro de los ejemplos es, que tras una década de cierta frialdad, las relaciones con Israel han “renacido”, el pasado mes de septiembre los líderes de ambas naciones se reunieron y  ello conllevó la firma de acuerdos en los campos de la agricultura y la tecnología del agua, en un posible replanteamiento de la posición tradicional hindú respecto a la cuestión palestina, y como no, al cierre de un suculento contrato por parte del ministerio de defensa hindú para el suministro de un cohete antitanque de fabricación israelí. Y todo ello sin  olvidar, la última visita del presidente de EEUU a India este pasado mes de enero, en el que entre otras cosas se han logrado desbloquear las negociaciones sobre cooperación nuclear civil que estaban congeladas desde 2008, así como acuerdos bilaterales en defensa, cambio climático, inversiones, energías renovables, no olvidemos que los intercambios comerciales entre India y EEUU alcanzan los 100.000 millones de dólares, una cifra nada desdeñable. En este caso, las relaciones entre ambas naciones responden a un claro intento por generar una especie de multilateralismo regional que intente contrarrestar el poder creciente de China, según Rick Rossow, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), Washington quiere “un futuro asiático multipolar ”, en el que India sea “otro polo de poder pero no un contrapeso” de Pekín; sin embargo, las dudas que generan son extraordinarias ¿qué modelo multipolar será pujante en esta área, aquél que en su caso permita una preponderancia estratégica norteamericana o aquel otro en el que exista una auténtica coexistencia de los nuevos actores emergentes de Asia Pacífico?, ¿sería posible un enfrentamiento entre dos grandes democracias en Asia Pacífico en un futuro no muy lejano?

La India de Narendra Modi, con unas perspectivas de crecimiento demográfico y energético que superarán con mucho a China en un futuro próximo, busca en estos momentos un papel de moderador en el escenario de Asia-Pacífico, muy determinado por su necesidad de crecimiento económico y  que lleva a que la inmensa mayoría de los acuerdos buscados por el gobierno hindú revistan un marcado carácter económico-financiero, lejos quedan los conciertos que priorizaban el gasto militar del período 2007 y 2011, y todo ello, sin perder de vista su situación estratégica entre dos mundos el arábigo y el asiático que son la razón de ser de esta nación en el exterior.

DOCUMENTACIÓN UTILIZADA:

NARENDRA MODI: LIDERAZGO Y RETOS INTERNOS PARA UN NUEVO ESCENARIO REGIONAL http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2014/DIEEEA51-2014_India_Liderazgo_NarendraModi_MJIA.pdf

Obama anuncia compromiso con India sobre comercio en área nuclear, busca impulsar lazo estratégico http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKBN0KY0NQ20150125

India y Japón: ¿alianza estratégica defensiva u ofensiva? http://www.esglobal.org/india-y-japon-alianza-estrategica-defensiva-u-ofensiva/

Modi’s Foreign Policy Mantra: geoeconomics, regional hegemony, global aspirations http://fride.org/descarga/PB_17_Modi_Foreign_Policy.pdf

12 de junio de 2015












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