Cátedra Paz, Seguridad y Defensa

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Observatorio PSyD

El observatorio opina

3 de Septiembre de 2014

El "proceso de Bolonia" como oportunidad

Jesús A. Perdices Mañas
Unidad de Programación y Seguimiento.
Dirección General de Asuntos Económicos. Oficina Presupuestaria

La comunicación interpersonal es la base de toda relación dentro de lo que conocemos como humanidad. Todos reconocemos las dificultades que plantea, algo que ya venía reflejado en el Antiguo Testamento como Babel: la utilización de signos de comunicación diversos y diferentes entre unos y otros. El ser humano, aun siendo el animal más débil de la creación, es capaz de desarrollar sistemas que hacen posible la comunicación entre individuos pero también entre organizaciones.

Las organizaciones y sobre todo las grandes tienden a entender que todo el mundo conoce su manera de pensar y de hacer. Esto sería casi cierto si estuviéramos hablando del “común”, pero cuando hablamos de las interioridades de la propia organización y su particular funcionamiento, la cosa se complica.

Es difícil negar que cada organización es una especie de ecosistema con una orgánica, cultura y doctrina particulares.  Para poder discernir en cada caso lo que se pretende, es necesario penetrar en el conocimiento de su idiosincrasia. Para ello podríamos decir que existen dos caminos: por “osmosis”, es decir, derivada de una continua relación con sus miembros en su ámbito habitual de actividad; a través del estudio de su organización y doctrina, mucho mejor si es desde dentro en vez que desde el exterior.

Aplicado al ámbito de la organización de la defensa y la administración militar, las relaciones desde el ámbito civil son cada vez más intensas. Hemos pasado de una organización hacia dentro, donde cada actividad nueva a realizar producía nuevas estructuras y era acometida desde dentro, hasta un nuevo enfoque de afrontar las necesidades emergentes a través del mercado, en los casos que es posible. Los Ejércitos han dispuesto hasta fechas bastante recientes de fábricas, talleres, maestranzas, arsenales, centros de investigación o de mantenimiento de segundos escalones, atendidos por militares que eran formados en las capacidades y competencias que el estado del arte requería en cada ocasión. Incluso han sido verdaderos centros de innovación, aportando gran valor añadido, y basados en una gran dedicación y profesionalidad. La tendencia actual en ámbitos cuya relación coste-beneficio no sea la apropiada y, sin embargo, la industria civil pueda obtener economías a escala e incluso una aplicación dual de las tecnologías, hace que el coste de oportunidad provoque un desplazamiento de estas actividades al ámbito civil.

Hasta aquí todo parece inmediato, porque solo hemos mencionado la parte técnica. Pero también está la parte administrativa. Cuando la actividad estaba encuadrada en la propia estructura, las instrucciones se transmitían a través de la cadena de mando. Ahora tenemos dos actores: los militares, que requieren unos bienes o servicios de unas características determinadas; las empresas, que buscan obtener rentabilidad a su actividad atendiendo a uno de los demandantes del mercado. La complejidad crece exponencialmente cuando desde esa organización se tiene que acudir al mercado con el fin de adquirir bienes y/o servicios; para ello debe identificar la necesidad y detallar las características que espera obtener.

Las relaciones contractuales con las administraciones es un tema que ha alcanzado gran importancia derivada de varias causas: el volumen de negocio en términos de PIB que supone la contratación del sector público; la “escasa” transparencia en los procedimientos licitadores y en las adjudicaciones, que han llevado a Europa a dictar normativa comunitaria de obligada trasposición; y también con el objetivo de la creación y consolidación de un mercado  único europeo y realmente competitivo. Todos estos procesos son muy particulares de las administraciones y requieren un conocimiento de la terminología, secuencia y requisitos técnicos a proporcionar en cada caso.

El “proceso” de Bolonia[1], que se inicia en el ámbito de la enseñanza superior a finales del siglo XX y que en la actualidad está en proceso de consolidación, junto con los cambios introducidos por la Ley de la Carrera Militar [2] motivaron una inquietud por estudiar las opciones que podíamos ofrecer desde nuestra humilde atalaya de centro de perfeccionamiento: el Centro de Estudios Superiores de Intendencia de la Armada (CESIA). El Director [3] planteó la posibilidad de contactar con la universidad con el fin de dar cobertura a los requisitos que introducía la Ley de la Carrera en cuanto a la necesidad de una titulación del Sistema Educativo General para el ascenso al empleo de Teniente Coronel; a la vez que se aprovechaba la oportunidad de implantar la metodología que propugna el citado “proceso” de Bolonia y se incorporaban profesionales de la enseñanza universitaria, añadiendo valor a los estudios. Europa se vuelve hacia el humanismo de su esplendor cultural, desplazando la formación desde las lecciones magistrales hacia el alumno como centro del proceso de obtención de competencias y capacidades intelectuales y personales. Por orden superior, acudimos a la Universidad Complutense de Madrid-Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales donde nos sorprendimos de que el Vice-Decano [4] de la Facultad acogiera con enorme entusiasmo nuestro planteamiento de diseñar un Máster Universitario cívico-militar que proporcionara la obtención de capacidades y competencias en el ámbito militar a través del conocimiento mutuo de los actores que hemos señalado más arriba: militares (demandantes de bienes y servicios) y civiles (oferentes).

La posibilidad de compartir procedimientos, experiencias y conocimientos con el resto de los actores dentro de un proceso, nos permite una puesta en escena donde todos los interlocutores hablan el mismo “idioma” como comienzo; es decir, cuando se cita un concepto, es de dominio general entre todos los interlocutores, evitándose interpretaciones desviadas que pudieran llevar a falta de entendimiento de partida. Pues bien, el ámbito de la Defensa y de las Fuerzas Armadas es un claro ejemplo de lo que hemos planteado. Manejamos desde conceptos (definiciones, procesos y demás) hasta necesidades que sólo van a ser demandados por aquellas (equipos militares y armamento de combate, sin características duales para uso civil).

Tras un tiempo de estudio, elaboración e implantación [5], el Máster Universitario de Logística y Gestión Económica de la Defensa[6] es una realidad que va por la tercera edición. Incluso está atrayendo la atención de alumnos extranjeros, principalmente de América del Sur, que aportan otra visión al aula. Pero también ha trascendido las fronteras en el sentido de que se encuentra en el número 20 en uno de los ranking internacionales [7] de estudios de similares características, dentro de los 100 primeros y el primero de España de entre los cinco que figuran en la lista. Por supuesto que esto solo nos hace sentirnos más responsables, para evitar frustrar las expectativas que pudiéramos estar creando. Además, todo es siempre mejorable. La experiencia del Máster: su configuración en módulos, dimensionamiento de materias, el trabajo de fin de máster y demás ha sido ya extrapolada en el Proyecto Educativo del CESIA, buscando el aprovechamiento de las sinergias de las enseñanzas y del profesorado así como el ahorro de tiempo y recurso económico, fijando como objetivo la formación de excelencia.

Hemos vivido una oportunidad única de proporcionar ámbitos de comunicación bidireccionales tanto entre el alumnado como el profesorado. La experiencia queda para aquellos que participamos en el proyecto; el resultado está a disposición de todos los españoles (e incluso extranjeros), con lo que conlleva disponer de enseñanza de gran calidad y orientada hacia el conocimiento e intercomunicación de aquellos que estamos comprometidos con la seguridad y defensa.

Madrid, 7 de marzo de 2014






1 Una  amplia explicación sobre el Proceso se puede encontrar en: Perdices Mañas, Jesús Alberto “La enseñanza de perfeccionamiento de oficiales: una asignatura pendiente” en Cuadernos de Pensamiento Naval. Número 10. Noviembre 2009. 79-112.

2 Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar (BOE 278 de 20/11/2007).

3 Coronel de Intendencia de la Armada D. Pedro Contreras Fernández.

4 Profesor D. Antonio Fonfría Mesa.

5 Sobre el proceso de elaboración, consultar: Perdices Mañas, Jesús A. “Génesis de un Máster universitario de y para la defensa: el Máster Universitario en Logística y Gestión Económica de la Defensa” en la Revista General de Marina. Mayo de 2013. 651-660.

6 http://www.ucm.es/estudios/master-logisticaygestioneconomicadeladefensa consultado el 12 de febrero de 2014.

7 http://www.best-masters.com//ranking-master-in-spain/master-supply-chain-and-logistics.html
http://www.best-masters.com//ranking-master-supply-chain-and-logistics.html consultados el 11 de febrero de 2014.



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