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Observatorio PSyD

El observatorio opina

20 de Mayo de 2013

El Multilateralismo en las Estrategias de Seguridad Nacional

Fernando Martín Cubel
Master de Relaciones Internacionales. Miembro de SEIPAZ

En el análisis de las Estrategias de Seguridad Nacional de Gran Bretaña, España, Chile y Australia descubrimos aspectos que son comunes a las mismas[1]: todas y cada una de ellas configuran un marco estratégico propio, siendo los gobiernos los máximos responsables competenciales de su generación y ejecución. En concreto, caben subrayar por su extraordinaria importancia: la reflexión respecto al proceso de modificación del Contexto internacional versus global, el nuevo significado de la Seguridad y la apuesta por un modelo de poder Multipolar, así como la aceptación y necesidad del Multilateralismo.

Ámbito del Multilateralismo

La referencia esencial al Multilateralismo cuenta con numerosos aspectos que, de inicio, deben ser tenidos muy en cuenta en los diversos relatos estratégicos. Por un lado, la definición sobre  “sociedades abiertas”, véase el ejemplo británico o en su caso el ejemplo australiano, analizado en varios aspectos como son: su identificación como comunidades complejas, desarrolladas, con instituciones fuertes y cuyos modelos de participación política son plenamente maduros. Por otra parte, las intensas relaciones con el exterior, insertadas en la actividad internacional, institucional, económica, financiera y cultural, que les permite una plena participación dentro del nuevo contexto global emergente, así como de la afectación directa de los procesos de transformación global. También, la renovación del concepto de Seguridad, cuestión que en las cuatro estrategias aparece nítidamente definido y puesto en relación muy directa con la extraordinaria importancia al nuevo Contexto Internacional post Guerra Fría en el que van a proyectarse las diferentes estrategias nacionales: integración de más actores estatales, la participación de nuevos actores-no estatales (organizaciones criminales, terrorismo, redes sociales…), la influencia de los factores de riesgo o amenazas que afectan a las sociedades y no sólo a los estados, así como de las nuevas oportunidades generadas con ello.

Tampoco debemos perder de vista quién es quién en el nuevo escenario estratégico: GBR representa a la potencia global, España –como bien expresa en su estrategia-, es identificada como potencia media, mientras Chile se sitúa en el entorno de las naciones emergentes, y el caso de Australia es el puro reflejo de potencia regional.[2] Todo ello tiene consecuencias sobre el quién, respecto a la influencia y la capacidad de acción multilateral (Capacidades, Recursos, Relatos Estratégicos, Acción Estratégica). Sin embargo, resulta común en todos ellos la perentoria necesidad del desarrollo de una actividad estratégica de carácter multilateral que permita una mayor profundidad en las relaciones, en el reforzamiento de las capacidades de cada país y en la posible generación de mejores “espacios de seguridad y oportunidad”.

Multilateralismo estratégico

La estrategia australiana SANS-2012 proyecta su multilateralismo desde el ámbito regional,  en un entorno en constante crecimiento, caso de Asia-Pacífico, y en el que se busca una mejora en las relaciones con China, Japón, Indonesia, India y Corea del Sur; a la vez que, como bien sucede con el resto de las estrategias, se hace hincapié en el papel de las Instituciones Internacionales multilaterales caso de ASEAN, APEC, y en otras áreas de interés como la mención al rol del Derecho o la Seguridad Energética[3]. Respecto al ejemplo chileno, ENSYD-2012, su propuesta de multilateralismo está directamente relacionada con su progresiva y plena inserción en el escenario internacional. Cabe señalar que utiliza la definición “Multilateralizar la Multipolaridad[4] como acción capaz de profundizar las relaciones de poder multipolar y conjugar las diferentes capacidades de los actores miembros. A la vez, en su relato estratégico lleva a cabo la asunción de ideas insertadas en la acción multilateral, una mejora en la acción regional, y cómo no, la participación en foros multilaterales tanto de la zona Pacífico como del propio continente americano. Por último, en lo que respecta a sus capacidades de respuesta, subrayar que en la mención a la denominada Respuesta Cooperativa, el activo del multilateralismo resulta de extraordinaria importancia. En la NSS-2009 británica, la propuesta de multilateralismo está en consonancia con el peso como potencia global en los diferentes escenarios internacionales. El gobierno británico, en su planteamiento sobre la base de cuestiones como el Cambio Climático y la Economía, crea el armazón multilateral, a la vez que genera valor estratégico respecto al multilateralismo  institucional internacional, así como el desarrollo de las acciones coordinadas. Un reflejo de ello son  las denominadas prioridades en el multilateralismo: OTAN, ONU, Economía Global, No Proliferación y Conflicto-Inestabilidad.[5]  Por lo que respecta a la EES-2011, España es definida como potencia media y debe hacer cuestión del Multilateralismo como parte de su modelo estratégico. El factor de interdependencia va implícito en las relaciones multilaterales, y establece un principio de Multipolaridad con multilateralismo, en una muy parecida línea argumentativa a la ENSYD-2012. Sus capacidades, y sobre todo su noción multilateral viene reflejado en las páginas dedicas a “España, en un mundo globalizado[6]. Por último, al igual que sucede con el resto de las estrategias, la EES-2011 da una gran importancia al multilateralismo institucional: OTAN, ONU, y foros multilaterales como la UE, la OSCE o el G20.[7].

Conclusiones

Como colofón a este documento, el Multilateralismo es la apuesta estratégica como modelo relacional, un Multilateralismo que centra su actuación en diferentes áreas de interés, en la proyección institucional internacional, así como factor positivo para una mayor profundidad de la Multipolaridad; permite una mejor adaptación de las diferentes proyecciones estratégicas, una generación -a través de la interdependencia- de interacciones de seguridad y de oportunidades y, consecuentemente, flexibilidad, adaptabilidad y protección para un modelo de países que representan dichas estrategias.

Zaragoza 20 de mayo de 2013

[1] Para ello, he contado con la Estrategia de Seguridad Nacional Británica (NSS-2009), con nuestra estrategia española (EES-2011), con la Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa de Chile(ENSYD-2012) y por último con la Estrategia Nacional de Australia (SANS-2012)[1]
[2] El banco mundial aporta datos sobre cada país, al respecto, http://datos.bancomundial.org/indicador/MS.MIL.XPND.GD.ZS 
[3] SANS-2012, http://www.dpmc.gov.au/national_security/docs/national_security_strategy.pdf, pág. 39
[4] ENSYD-2012,  http://www.aainteligencia.cl/wp-content/uploads/2012/08/ENSYD-version-definitiva1.pdf, 24 pág.
[5] NSS-2009, http://www.official-documents.gov.uk/document/cm75/7590/7590.pdf  págs. 110-112 
[6] EES-2011 http://www.lamoncloa.gob.es/nr/rdonlyres/d0d9a8eb-17d0-45a5-adff-46a8af4c2931/0/estrategiaespanoladeseguridad.pdf  pág. 24`
[7] (EES-2011, págs. 31-33)

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