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Observatorio PSyD

El observatorio opina

5 de Septiembre de 2014

“El Elefante con la flor de azafrán gobernará la India”, reflexiones a las elecciones generales 2014 de la India.

Fernando Martín Cubel
Máster en Relaciones Internacionales.
Miembro de SEIPAZ

Tras los resultados oficiales de las elecciones generales finalizadas en mayo, nos situamos ante un profundo cambio político en la actual India de comienzos de este siglo XXI, la democracia más grande del mundo: La Alianza Democrática Nacional liderado por el BJP ha logrado más de 330 escaños ante los 272 escaños necesarios para tener el control de la Cámara Baja (Lok-Sabha) frente a los cerca de 50 asientos de dicha cámara legislativa india obtenidos por el Partido del Congreso Nacional (no logran alcanzar el 10% de dichos escaños) junto a un dato que no debe olvidarse y, al igual que sucedió en el ejemplo  de Irán [1], es que se ha producido una alta participación de los ciudadanos y ciudadanas con derecho a votar -cerca del 70% (550 millones de votos) de su cuerpo electoral ejerció el voto-[2]. Ello supone un vuelco electoral para  este país, perteneciente al grupo de países emergentes BRIC y que debe hacer frente a una realidad en la que se ha producido un parón en sus patrones de desarrollo económico sostenible en el período 2006-2013, la falta de nuevas reformas estructurales -caso del sector energético- que permitan un mejor “acomodo” en el nuevo escenario global a esta gran nación asiática, unido a la cada vez mayor sensibilidad por parte de la población de la India por los casos de corrupción y de una incuestionable falta de liderazgo político que está desprovista de unos objetivos nuevos para dicha nación. Frente a ello, emerge el líder ganador de estas elecciones, Narendra Modi, quien llega al poder con una imagen de buen gestor en el estado hindú de Gujarat y sin olvidar las críticas que sobre él se han realizado sobre sus formas de gestión autoritarias y  de algunos opositores señalándole como un dirigente fundamentalista. ¿Gira la India a un mayor nacionalismo hindú? ¿Existe el temor a un mayor autoritarismo con Narendra Modi en el gobierno de la India respecto a los derechos y libertades del país? ¿Qué impacto tendrán las medidas en política exterior en el Sudeste asiático?


La nueva senda para una nueva India

La primera impresión que resulta de estas elecciones viene expresada por el alto nivel de participación del cuerpo electoral -no olvidemos que cerca de 100 millones de personas ejercían por primera su derechos al voto-, una población que ha decidido apostar por el partido de Narendra Modi como  modelo de liderazgo político, social, institucional, económico, capaz de seguir con el impulso de las reformas que en estos momentos están paralizadas; el partido del Congreso Nacional da verdaderas muestras de marchitamiento tras cerca de 50 años ejerciendo el poder en la India (desde su independencia en 1947 del imperio británico), junto a un claro distanciamiento sobre la nueva India sociológica emergente surgida de los crecientes procesos de urbanización, de  la nueva clase media creada a partir del despegue económico, industrial y financiero y de una incapacidad por pilotar los nuevos desafíos a los que debe hacer frente este actor emergente en el escenario global. Los ciudadanos anhelan una mayor participación política en los asuntos de la nación hindú, sienten una gran preocupación por los casos de corrupción que afectan seriamente a la imagen y al desarrollo del país y, cada vez más, sus habitantes demandan verdaderas políticas públicas que permitan distanciarse del modelo tradicional de castas, así como de dinastías políticas. En estas elecciones que se han celebrado, y como bien he indicado, las cuestiones más importantes dentro de la campaña electoral han sido las relativas al desempleo, que en estos momentos ya alcanza el 10% de su población activa, junto a la corrupción en los que existe una mayor sensibilidad social-política, también cuestiones como los datos de inflación que entre 2009 a 2012 han alcanzado la media del 10%, sin olvidar la preocupación generalizada en la India ante la desaceleración de sectores claves para su crecimiento como es el caso de la actividad de la construcción, el incremento brutal de los costes energéticos que impiden un equilibrio en las balanzas de pagos y que repercute en una ralentización económica de la India, han tenido una profunda repercusión en el debate electoral y no olvidemos por último que con un PIB en 2013 del 4’5% resulta muy difícil un progreso económico y social viable para las características de la India.

En cierta forma, la India no ha logrado mantener unos altos niveles de crecimiento acorde a su potencialidad, baste para ello un ejemplo: en 1960, la economía india era un 20% mayor que la china y hoy la economía china es siete vez mayor que la India [3], dejando de ser un foco atractivo para los flujos inversores globales lo que repercute en sectores tan estratégicos como es el de las infraestructuras energéticas y ferroviarias entre otros. Narendra Modi tiene como objetivos esenciales de su nuevo gobierno la creación de cerca de 250 millones de empleo hasta 2024, el desarrollo de políticas estratégicas para el fortalecimiento y desarrollo de las infraestructuras críticas que permitan un impulso al país, así como la recuperación de la confianza en los inversores globales. La verdad es que su labor en el estado de Gujarat resulta encomiable, entre 2012 y 2013 el nivel del paro rondaba el 1% de la población activa, la producción de leche desde 2001 se ha doblado, las tasas de crecimiento del estado entre 2004 a 2012 presentan como media el 10% y su labor en la administración pública ha tenido como fruto un superávit entorno a los 770 millones de dólares. Sin embargo el pero que puede señalarse, es que en política las formas tienen una gran importancia -qué modelo de gestión y de acción política va a desarrollar y  por tanto  que capacidad de diálogo (no olvidemos que va a contar con una mayoría absoluta en el poder legislativo) frente a la comunidad musulmana de la India (180 millones de personas), que obviamente nos recuerda los hechos acaecidos [4] en el estado de Gujarat cuando Modi era su gobernador, frente a la potente comunidad gay de la India o cómo va a enfrentarse a los numerosos casos de corrupción que necesitan de una transformación del modelo judicial y de mayores recursos en su lucha, sin olvidar qué habilidades  y gestos acompañarán su gestión ante las diferentes miradas de este pequeño gran continente como es la India.

Por último no olvidemos que este país hasta el momento ha apostado por un modelo de proyección estratégica donde las relaciones con los demás resultaban ser predominantemente multilaterales. Ahora llega al gobierno un partido y un líder con un marcado cariz nacionalista, ello no significa de antemano que ello genere preocupación en Asia, donde tenemos motivos para estar alerta respecto a la nueva política estratégica de Japón, o a la cada vez mayor presencia china en el área. Es posible que la nueva política de la India bajo el gobierno de Modi venga marcada con ciertos rasgos nacionalistas pero muy tamizados, ya que en estos instantes a la India le resulta esencial para sus intereses un multilateralismo económico que le permita mejorar y crecer ante los desafíos internos y domésticos, energéticos, estándares de desarrollo, superación de la vulnerabilidad, etc….

Todo ello no debe hacernos olvidar que sigue siendo un país clave para EEUU, que puede jugar un destacado papel en las tensiones entre Vietnam y China, continúa pendiente la cuestión de Cachemira así como la fragilidad de Pakistán como estado, ante la cual el nuevo gobierno hindú tendrá que asumir la idea sobre un posible fortalecimiento de las relaciones con Pakistán que permitan una verdadera estabilidad en la zona, a sabiendas del futuro no muy halagüeño de su vecino afgano. También las relaciones con China son cruciales y hasta lo que conocemos, el nuevo primer ministro de la India ha tenido en especial consideración en las relaciones con el gigante asiático cuando era gobernador, sin embargo y, aunque se priorice una mayor profundización en los aspectos económicos y comerciales, entre ambas potencias hay otras cuestiones estratégicas que tendrán cada vez una mayor importancia para la estabilidad mutua, sobre todo ante la proyección naval china y su mayor e incontestable presencia en la zona.

Conclusiones

El nuevo gobierno de Narendra Modi debe dar respuesta a las demandas de la población –sobre todo tras la gran participación del cuerpo electoral- en cuestiones como la lucha contra la corrupción, un cambio de modelo social y la generación de nuevos argumentos reales de participación política para la mayor democracia del mundo como es la India.

Un segundo aspecto es cómo va a exportar su exitoso modelo gestor que tan buenos resultados ha dado en el estado de Gujarat, ya que supone el desarrollo de "otras armas y claves políticas” que le permitan un exitoso programa frente a los desafíos domésticos en inflación, desempleo y generación de nuevas expectativas económicas para el país.

Y, finalmente, ¿supondrá un cambio de proyección estratégica global de la India, y aún más, qué intereses va a priorizar dentro de su actual posición en Asia?, ¿su posible nuevo modelo de multilateralismo económico puede ser no visto con buenos ojos por sus vecinos o servirá para generar una mayor estabilidad? Creo, sin embargo, que las cuestiones  y necesidades interiores serán los pilares básicos de su futura proyección externa, la senda del elefante de la flor de azafrán está por hacer.

19 de mayo de 2014






[1] No olvidemos que en las elecciones de junio de 2013 celebradas en Irán, cerca del 75% del cuerpo electoral participó en las mismas.

[2] Gauri Khandekar señala sobre el proceso electoral, “From 7 April to 12 May 2014, the world’s largest democracy, India, will hold parliamentary elections. A record 815 million people are eligible to vote across 930,000 polling stations nation-wide. 1,616 national and regional parties will compete for places in the 543-seat Lok Sabha, India’s lower house of parliament. The electorate, a 13.6 per cent rise from the 717 million voters registered during the 2009 elections, will feature a large number of first-time voters– 23 million 18-19 year-olds alone (and voters between 18-25years constitute a fifth of the electorate according to the Indian Election Commission). Elecciones en la India: el momento de Modi? [consulta 18-05-14] http://www.fride.org/publicacion/1188/elecciones-en-india:-%C2%BFel-momento-de-modi?

[3] Alicia González. “Los inversores reciben con euforia la amplia victoria de Modi” [consulta,18-05-14]
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/05/16/actualidad/1400266394_787375.html

[4] En febrero de 2002 el estado occidental indio de Gujarat, gobernado por Narendra Modi, fue testigo de una de las mayores matanzas del país. En respuesta a informes de que los musulmanes habían prendido fuego a un vagón de tren, matando a 58 peregrinos hindúes en el interior, las turbas arrasaron todo el estado. Los disturbios estallaron de nuevo el 15 de marzo matando y violando y los saqueos continuaron hasta mediados de junio. Más de 2.000 musulmanes fueron asesinados y decenas de miles quedaron sin hogar.

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