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Observatorio PSyD

El observatorio opina

1 de Octubre de 2014

El ébola: una tragedia previsible y evitable

Javier Jiménez Olmos
Doctor en “Paz y Seguridad Internacional” por la UNED
Miembro de la Fundación “Seminario de Investigación para la Paz” de Zaragoza



El gobierno español ha evacuado a otro misionero español, Manuel García Viejo, contagiado por el virus del ébola en Sierra Leona. Anteriormente lo había hecho con otro, Miguel Pajares, que desgraciadamente falleció a los pocos días de su llegada a España. Tanto religiosos y religiosas como miembros de algunas ONG,s, que trabajan en África y otros lugares del planeta al servicio de los más débiles sin ningún otro interés que el de al amor al prójimo, merecen todo nuestro respeto y solidaridad, por eso me parecen poco oportunas las polémicas acerca de estas evacuaciones.

Para la mayoría de los europeos África es un continente al que sólo prestan atención cuando ocurren acontecimientos que les pueden repercutir, como guerras, terrorismo, personas ahogadas en el mar tratando de alcanzar nuestras costas, o como ahora, por una enfermedad que se extiende peligrosamente.

Pero todo lo que sucede en África, como en otros lugares, es consecuencia de una situación dramática en la que viven un gran parte de sus habitantes, es la conjugación de múltiples factores que concluyen en conflictos o enfermedades, o ambas cosas a la vez. Un continente rico en recursos naturales de los que, sin embargo, su riqueza no se distribuye entre sus habitantes.



Esta vez el ébola se ha extendido por tres países principalmente: Guinea, Sierra Leona y Liberia, aunque también hay brotes en Nigeria y la República Democrática del Congo. No es una sorpresa que la desgracia caiga otra vez sobre estos países. Todo es previsible y evitable.

Guinea es un país rico en Bauxita, mineral del que se obtiene el aluminio, del que posee un tercio de las reservas mundiales que, como es una constante en África, son explotadas por compañías multinacionales. Además posee oro, hierro, diamantes y uranio. Pero el país es pobre, con un 70% de analfabetos y una esperanza de vida que no alcanza a los 56 años.

La situación de Sierra Leona es terrible, desde 1945 ha sufrido dos guerras civiles e innumerables conflictos de los llamados de baja intensidad. Tiene diamantes y eso ha desatado mucha codicia. La esperanza de vida en Sierra Leona es de menos de 46 años. Liberia, junto con Sierra Leona y Guinea, está entre los países más pobres del mundo, a pesar de de sus riquezas en hierro y caucho. Como su vecino también ha padecido guerras civiles, tres desde 1945.



En declaraciones de misioneros y miembros de ONG,s en el terreno, el verdadero problema es la pobreza y la ignorancia. Una pobreza endémica consecuencia de un sistema económico proveniente del colonialismo que les expolia y les explota. Una ignorancia provocada por la falta de un sistema educativo apropiado. Por ejemplo, en Guinea hay más de un 70 % de analfabetos y tan sólo el 40% de los niños van a la escuela. En estos países los niños son mano de obra barata en todos estos países y suponen una ayuda fundamental para las labores agrícolas de las que viven muchas familias.

La sanidad es muy cara, el escaso sistema de salud pública que existe es deficiente y a veces hay que pagarlo con cantidades que superan los salarios de una familia entera. Además la ignorancia hace que acudan a curanderos, que también son más baratos, en vez de a médicos. No hay agua potable, ni luz, ni medicinas en muchas aldeas y poblaciones. Hay una escasez tremenda de médicos, 0,2 por cada mil habitantes en Sierra Leona, mientras que en España hay casi cuarenta.

Las consecuencias del ébola serán tremendas para las economías, de por sí ya deterioradas, de estos países. La FAO alerta sobre la seguridad alimentaria que provocará el abandono de los campos y de los animales por miedo al contagio. Según esta organización se verán afectadas las producciones de arroz, maíz, palma, cacao y caucho, que son fundamentales para las economías locales. El Banco Mundial pronostica una catástrofe económica que repercutirá en toda África.

En el mejor de los casos, es decir que se contenga la expansión de la enfermedad, las consecuencias serán muy graves para la economía y para la salud. Pero hay que alertar de peligro de que de nuevo aparezcan los conflictos civiles y las guerras civiles provocados por el descontento creciente de las poblaciones de estos países. Conflictos que se extenderán por toda la región ante los cierres de fronteras y las restricciones a las exportaciones por miedo a la enfermedad.



La comunidad internacional, principalmente las grandes potencias económicas no reaccionan. No es suficiente ayudas parciales, seguramente bien intencionadas, es necesario un plan integral coordinado para sacar a estos países de la miseria.

Un panorama difícil en caso de controlar la enfermedad, mejor no pensar que puede suceder si no se logra.

Ante tanta miseria todo lo que sucede ha sido previsible y evitable.

Nota.- Para completar este texto se recomienda leer los artículos sobre África Subsahariana en: http://jjolmos.wordpress.com/category/africa-subsahariana/ y el artículo sobre los conflictos en África de este mismo autor en  http://catedrapsyd.unizar.es/archivos/documentación/africa_subsah_revista_aeronautica.pdf


21 de septiembre de 2014









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