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El observatorio opina

30 de Octubre de 2015

China, un libro blanco con muchas líneas

David Corral
Periodista

En pleno pivote estadounidense hacia Asia, y con China ampliando su influencia militar y política en las disputadas aguas del Pacífico creando islotes artificiales “made in People's Republic of China”, el Consejo de Estado de la potencia comunista ha publicado su Libro Blanco, un texto audaz en el que se establece la nueva estrategia militar y cómo las Fuerzas Armadas deben apoyar los objetivos geopolíticos de Beijing.

Prioritario, tal como el Libro Blanco deja claro, es que el Ejército Popular de Liberación (PLA) mantenga el poder y la autoridad del Partido Comunista de China (PCCH). Después de todo, el PLA es un brazo del Partido y no el Estado Chino, por lo que el presidente, su mando supremo, puede disponer de él para defender o atacar a cualquier amenaza económica, política o social.

El documento, hecho público en un contexto de crecientes tensiones en el mar de China Meridional con sus vecinos y Estados Unidos, asegura que “no atacaremos a no ser que seamos atacados, pero con toda seguridad contraatacaremos si somos atacados”. Ante la "actitud provocativa" estadounidense, que aboca a ambos países a un conflicto militar según afirma la prensa oficial de China, esta estrategia incrementa la protección de sus intereses en alta mar e incluye conceptos conocidos como “defensa activa", "desarrollo pacífico" o el compromiso de no buscar la "hegemonía o la expansión", pero también alerta de medidas de respuesta contundentes a provocaciones.

China, que reclama como propio la mayor parte del mar de China Meridional, en conflicto con países como Malasia, Filipinas, Vietnam o Taiwán, alude en el Libro Blanco a "vecinos fuera de nuestras costas que ejecutan acciones provocativas y refuerzan su presencia militar en los arrecifes e islas chinas que han ocupado de forma ilegal", por lo que el Ejército de Liberación Popular incrementará la "protección en mar abierto" frente a la creciente presencia militar estadounidense en Asia o al incremento del presupuesto de Defensa japonés.

También reafirma el hecho de que China está construyendo unas Fuerzas Armadas para luchar y ganar una guerra “en cualquier ambiente o entorno”, por lo que se debe garantizar que los ingentes presupuestos invertidos en Defensa se traduzcan en auténticas capacidades bélicas. El libro blanco hace especial hincapié en lograr una moderna fuerza naval de aguas abiertas (azules), que opere regularmente más allá de la "primera cadena de islas" que separa el sur de China, China Oriental y el Mar Amarillo del Pacífico para hacer frente a una grave y compleja gama de amenazas.

Además de “amenazas” e inestabilidades clásicas como Estados Unidos, Japón, Taiwán, Tíbet, los estados ribereños del Mar del Sur de China o las dos Coreas, el Libro Blanco reflejan nuevos temas de seguridad nacional y subraya la importancia de la colaboración con las Fuerzas Armadas rusas. La nueva estrategia militar también menciona otras esferas como la seguridad en Internet, donde "se acelerará el desarrollo de un cibercuerpo" para contrarrestar ataques”, o el espacio exterior, un entorno cada día más disputado en el que China repite como un mantra su oposición a la militarización y la carrera armamentista del espacio.

Y dos buenas noticias en este atisbo de las ambiciones de China para transformarse en una potencia marítima capaz de desafiar a los Estados Unidos en Asia y en el resto del mundo, tal como pretenden los líderes chinos, que creen que los esfuerzos liderados por EE.UU. con sus aliados frenan el ascenso de China como gran potencia.

En esta transición ideológica y estratégica de la búsqueda y defensa del desarrollo económico y la no intervención en asuntos globales a un alcance mundial de los intereses chinos, incluso mediante el uso de la fuerza, el Libro Blanco defiende las relaciones y contactos entre militares de otras naciones no amigas y no alineadas para evitar enfrentamientos y fortalecer la confianza mutua. La otra novedad interesante es la “transparencia” al ser una clara declaración de las intenciones militares de Beijing. Acostumbrados al ocultismo y la bruma de China, este Libro Blanco puede mejorar las comprensión que la comunidad internacional pueda tener de los planes chinos para sus Fuerzas Armadas… siempre y cuando sea tan transparente como promete.

Madrid, 30 de octubre de 2015.

























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