Cátedra Paz, Seguridad y Defensa

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Observatorio PSyD

El observatorio opina

17 de Diciembre de 2013

Agravamiento del conflicto en la República Centroafricana

Javier Jiménez
Doctor en “Paz y Seguridad Internacional” por la UNED
Coronel del Ejército del Aire en la reserva
Miembro de la Fundación “Seminario de Investigación para la Paz” de Zaragoza

INTRODUCCIÓN

El 7 de abril de 2013 se publicaba en este mismo observatorio un documento de opinión sobre el conflicto en la República Centroafricana (RCA en lo sucesivo). Dado el desarrollo de los acontecimientos se ha considerado oportuno realizar una actualización. En las conclusiones del mencionado documento se hacía alusión a la escasa atención de la comunidad internacional a los problemas de este país, a pesar de las “grandilocuentes palabras de condena ante las vulneraciones de los derechos humanos en algunas zonas del planeta, como es el caso de la República Centroafricana”. Del mismo modo se decía que: “No es de extrañar que el fundamentalismo islámico también comience a expandirse en esta zona de mayoría cristiana. El fundamentalismo siempre recluta adeptos donde impera la miseria”. Sólo han pasado unos pocos meses para que el conflicto se recrudezca con mayor intensidad.

Desde el mes de marzo de 2013 ostenta el poder en la RCA Michel Djotodia, quien depuso de la presidencia de la República a François Bozizé mediante una rebelión militar. Desde entonces la situación en el país no ha dejado de deteriorarse y, a pesar de la presencia de tropas francesas y multinacionales de paz de varios países africanos, las masacres entre los bandos enfrentados se han incrementado notablemente. La autoridad de Estado ha desaparecido y la economía ha ido en acusado descenso.

LAS FUERZAS MILITARES RCA

Seleka (significa “la alianza” en lengua nativa): son el grupo rebelde que apoyó a Djotodia en su rebelión contra Bozizé. Lo componen mayoritariamente musulmanes, algunos de los cuales proceden de Chad y Sudán.

Anti-Balaka (quiere decir “anti-machete”): Son los seguidores del depuesto Bozizé y otros grupos mayoritarios cristianos que combaten a Seleka.

Fuerza Multinacional de África central (FOMOCA): fuerza de mantenimiento de paz formada por soldados procedentes de Gabón, Chad, Congo-Brazzaville y otros países, bajo los auspicios de la Unión Africana. Se transformará en la Misión Internacional de Apoyo a la República Centroafricana (MISCA) el 19 de diciembre de este año 2013, según Resolución 2127, de 5 de diciembre, del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Fuerzas francesas: contaba a principios del mes de diciembre con 600 efectivos que se incrementarán sucesivamente hasta llegar a los 1600.

LOS ENFRENTAMIENTOS ACTUALES

Parece que con la disolución oficial de Seleka,  en septiembre pasado, la autoridad de Djotodia se ha debilitado, según él mismo confirmó en una reciente entrevista a la cadena Al Jazeera. Los enfrentamientos entre los cristianos de Anti-Balaka y los musulmanes procedentes de Seleka se han sucedido, de tal modo que ya no se puede distinguir quienes son los que cometen más actos de violaciones de los derechos humanos y masacres contra la población civil, según confirman los pocos observadores neutrales en la zona.

Los conflictos entre musulmanes y cristianos son ancestrales y proviene de los diferentes modos de vida de unos y otros, que sin duda condicionan su economía: los musulmanes proceden de los nómadas, mientras que los cristianos han sido agricultores sedentarios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la población en la RCA es mayoritariamente cristiana, un 80%, pero es la minoría musulmana la que a través de Seleka ha estado al frente del país desde marzo pasado.

DIAMANTES

Los habitantes de la RCA tienen una esperanza de vida de 43,7 años, el promedio de hijos por mujer es de 4,3, el analfabetismo llega al 49% y el VIH afecta al 13,5% de su población total. Al menos un millón de personas han sufrido los efectos directos de la violencia. No obstante, la RCA es un país rico en recursos naturales –seguramente víctima de la  “maldición de los recursos naturales” explicada por Thomas Friedman-, pero la corrupción interna al amparo de los intereses por esos recursos ha propiciado que la RCA se convierta en otro Estado fallido del África Subsahariana.

La producción de oro y diamantes propiciaron que durante algún tiempo determinadas zonas del país, principalmente la capital Bangui y sus alrededores, gozaran de un nivel de vida aceptable. Los jóvenes dejaron sus estudios para trabajar en las minas donde podían conseguir mejores salarios. Pero la crisis económica mundial lo cambió todo. El precio de los diamantes se redujo a casi la mitad con lo que se cerraron minas o se disminuyó la intensidad de producción en otras. Las consecuencias han sido: una economía deteriorada debido a que la cuarta parte de la población dependía de este sector industrial, y miles de jóvenes desempleados, muchos de ellos enrolados ahora en las milicias confrontadas.

Las minas de diamantes han sido uno de los objetivos a conseguir por los grupos armados porque con ello no sólo consiguen el control de la economía, sino el dinero que les proporciona directamente para comprar armas que les den la fuerza para mantener el poder. La corrupción es un elemento esencial en todo el proceso productivo y de ventas.

DESASTRE HUMANITARIO

Naciones Unidas advierte que un tercio de población de la RCA necesita comida, protección, medicamentos y agua potable entre otras necesidades básicas. Más de 400.000 personas han abandonado sus lugares habituales de residencia por miedo a la violencia directa y 68.000 se encuentran exiliados en países vecinos. Casi el 50% de los 4,6 de la población total están en riesgo de sufrir actos de violencia; y 1,1 en riesgo de inseguridad alimentaria.

Según la información contenida en la revista The Africa Report  (nº 56 diciembre 2013) la mayor parte de la ayuda exterior, casi el 80%, proviene de la Unión Europea, pero se ha suspendido. Del mismo modo que la procedente del Banco Mundial, El Fondo Monetario Internacional y el Banco de Desarrollo para África, lo que añade más dramatismo a la tragedia humanitaria de la RCA.

LAS NACIONES UNIDAS

El 16 de septiembre de 2013, el Secretario General de la ONU remitió un informe al Consejo de Seguridad a raíz de una inspección de un equipo de evaluación a la Oficina Integrada de Construcción de la Paz de las Naciones Unidas en la RCA (BINUCA) realizada entre el 21 y el 26 de agosto de ese año. En el informe se relataba el deterioro de la situación de seguridad, la violación de los derechos humanos y la debilidad del Gobierno de la República para hacerse cargo del control de la situación y proteger a sus ciudadanos. En este informe,  el Secretario General recomendaba la prioridad de desarrollar la MISCA y, entre tanto eso sucediera,  desplegar unidades para proteger los medios materiales y humanos de la ONU.

El 10 de octubre de 2013, el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 2121, que establece la obligación de celebrar elecciones democráticas antes de 18 meses a contar a partir del 18 de agosto de ese año; es decir, como mucho a principios del 2015. Esta resolución reforzaba el mandato de BINUCA: el apoyo a la transición política, la ayuda humanitaria, la estabilización de la seguridad, la protección de los derechos humanos y la coordinación con otros actores internacionales.

El 14 de noviembre de 2013, el Secretario General, Ban Ki-Moon, informó de nuevo al Consejo de Seguridad sobre el creciente deterioro de la situación en la RCA y recomendó las siguientes acciones para apoyar a la MISCA: movilizar asistencia internacional, establecer un fondo voluntario de contribución de las naciones miembros de la ONU, dotar a la misión de apoyo logístico y transformarla en una misión de paz.

Finalmente, y ante la gravedad de la situación, el 5 de diciembre de 2013 se aprueba la Resolución 2127 por acuerdo unánime de todos los miembros del Consejo de Seguridad en la que se “autoriza el despliegue, por un periodo de doce meses a partir de la aprobación de la presente resolución y con sujeción a un examen de seis meses después de la aprobación de la presente resolución, de la MISCA, que tomará todas las medidas necesarias, de conformidad con el concepto de operaciones aprobado el 19 de julio de 2013 y examinado el 10 de octubre de 2013, a fin de contribuir a:

i) La protección de los civiles y el restablecimiento de la seguridad y el orden público, mediante la adopción de medidas apropiadas;

ii) La estabilización del país y el restablecimiento de la autoridad del Estado en todo su territorio;

iii) La creación de condiciones propicias para prestar asistencia humanitaria a la población necesitada;  
iv) El proceso de desarme, desmovilización y reintegración o desarme, desmovilización, repatriación, reintegración y reasentamiento dirigido por las Autoridades de Transición y coordinado por la BINUCA;  
v) Apoyar las actividades nacionales e internacionales de reforma y reestructuración de los sectores de la defensa y la seguridad dirigidas por la BINUCA”

(Ver resolución completa en:
http://www.un.org/en/ga/search/view_doc.asp?symbol=S/RES/2127(2013)&referer=http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_United_Nations_Security_Council_Resolutions_2101_to_2200&Lang=S)

FRANCIA

Los franceses, presentes en por razones históricas e intereses económicos,  han comenzado la operación militar llamada Sangaris  para apoyar lo decido en la resolución del Consejo de Seguridad el pasado 5 de diciembre. La operación consta de dos fases: en la primera se establecerá un entorno de seguridad adecuado; en la segunda, se ayudará a una transición política que conduzca a celebrar elecciones democráticas.

En la operación Sangaris es primordial para las tropas francesas controlar los ejes de comunicación, principalmente el aeropuerto de la capital Bangui, y las  poblaciones con mayor número de habitantes, para impedir que mercenarios procedentes de países vecinos puedan sumarse al conflicto y para vigilar los movimientos de las facciones enfrentadas. Francia despliega sus tropas desde las bases permanentes de Gabón y Chad, y desembarca sus elementos pesados en Doula, capital del Camerún. La misión militar francesa se desarrolla al amparo de lo establecido en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, que prevé el recurso a la fuerza cuando sea necesario para el mantenimiento de la paz.

Las fuerzas francesas tienen  como misión principal proporcionar estabilidad y seguridad para que pueda llegar la ayuda humanitaria. El presidente francés, François Hollande, ha declarado que, a diferencia de Mali, la misión es exclusivamente de ayuda humanitaria y no para combatir el terrorismo. No obstante, el cuerpo expedicionario lo componen unidades de gran experiencia en la lucha antiterrorista en los escenarios afgano y africano. Participan en él unidades de élite de marines y paracaidistas. Cuentan además con helicópteros de ataque Puma y  Giselle y vehículos de combate acorazados. Según fuentes no oficiales, puede que también vayan a operar fuerzas del Mando de Operaciones Especiales, cuya misión es la de rescatar ciudadanos franceses secuestrados por terroristas.

Los militares franceses apoyarán oficialmente a la MISCA, fuerza internacional que contará con 3600 hombres, aunque por el momento sólo dispone de 2500. La previsión del despliegue de esta fuerza de mantenimiento de paz es de un año.

Por su parte, España en el Consejo de Ministros de 13 de diciembre de 2013 ha aprobado un Acuerdo por el que se autoriza, a propuesta de los ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y de Defensa, el despliegue y la participación de unidades militares españolas en los apoyos a la misión de Naciones Unidas para la resolución de la crisis en la República Centroafricana. Este Acuerdo será remitido al Congreso de los Diputados para su ratificación. Las unidades que participarán en las operaciones serán un avión T-10 (C-130) para contribuir a transportes logísticos de la Operación en el ámbito regional y una unidad de Mantenimiento y Apoyo del Destacamento Aéreo. El número máximo de efectivos a desplegar, incluidos los representantes en Cuarteles Generales, se fija en sesenta. Esta unidad operará inicialmente con el apoyo de las instalaciones francesas en Gabón (Libreville) o Chad (N'Djamena). El Consejo de Ministros ha autorizado, además, al Ministro de Defensa a realizar los ajustes operativos necesarios en la participación española, de acuerdo con los condicionantes operativos de cada momento y de la situación específica sobre el terreno.

La autorización del Consejo de Ministros se enmarca en la Resolución 2127 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, adoptada el pasado 5 de diciembre de 2013, por la que se autorizó el despliegue de la Misión Internacional de Apoyo a la República Centroafricana con Liderazgo Africano (MISCA), por un periodo de doce meses, con la finalidad de contribuir a la protección de los civiles, el restablecimiento de la seguridad y el orden público, de cooperar al restablecimiento de la autoridad del Estado en todo su territorio y a la creación de condiciones para prestar ayuda humanitaria y para facilitar el proceso de desarme y la restructuración de los sectores de defensa y seguridad.

Estados Unidos  se ha comprometido, a través de su Secretario de Estado de Defensa Chuck Hegel, a apoyar con aviones de transporte para trasladar tropas de la misión de la ONU desde el vecino Burundi a la RCA. El presidente Obama ha manifestado que todos aquellos que cometan crímenes contra la humanidad serán perseguidos.

CONCLUSIONES

Una vez más, y a pesar de las advertencias de ONG,s, misioneros y la propia ONU presentes en la zona, la Comunidad Internacional no ha reaccionado hasta que el desastre humanitario se está produciendo. Aún ahora, y a pesar de las declaraciones de apoyo, los compromisos reales son escasos o puramente testimoniales. La ayuda económica de las organizaciones internacionales debe de fluir tan pronto como se logre estabilizar la seguridad.

Los problemas endémicos de países como la RCA sólo se resolverán mediante la creación de unas estructuras socioeconómicas que permitan a sus habitantes disfrutar de los beneficios de unos recursos naturales que poseen en abundancia, para desarrollar un modelo económico que no sólo produzca riqueza sino que la distribuya de una manera más justa.

Para ello es necesaria una verdadera cooperación internacional con la participación de la comunidad africana. Es necesario  acabar con una corrupción que impide el  normal desarrollo de estos países, y para esto también se necesita la colaboración internacional de modo que los intereses comerciales no corrompan los gobernantes de turno.

Los despliegues militares, aún en misiones de paz, no consiguen por sí solos el logro de la paz positiva, esta requiere de medidas mucho más amplias que van desde las económicas a las educativas. Sin dudar de la buena voluntad de los países contribuyente en estas misiones, es muy significativa la presencia francesa en una región donde priman sus intereses  económicos y su presencia histórica.

El aumento de la inestabilidad en África Subsahariana y en la RCA es la consecuencia de sistemas políticos que han conducido a crear Estados fallidos, donde los terroristas y los señores de la guerra imponen su ley. Atención especial merece la expansión del fundamentalismo islámico en la RCA.

Suponiendo que la MINUSCA logré sus objetivos habrá que pensar en el día después de las elecciones, entre otras cosas en la desmovilización y reintegración a la vida civil de cerca 25000 combatientes, muchos de los cuales forman parte ahora de milicias independientes en los dos bandos contendientes. El proceso electoral debe de ser muy cuidadoso, de modo que se pueda integrar sin traumas la minoría musulmana, que en caso de aislamiento o represión podría verse abocada a solicitar ayudas de elementos extremistas o yihadistas.

En cualquier caso bienvenida sea una misión para evitar una nueva catástrofe humanitaria y para intentar conseguir que mediante la estabilidad momentánea que da una paz negativa, o ausencia de guerra, se puedan establecer las condiciones para alcanzar la paz positiva, en la que la población alcanza un grado de bienestar que conduce a sistemas democráticos estables.

Zaragoza 17 de diciembre de 2013



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