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15th of November 2019

Madagascar se sube al tren de alta velocidad para dejar atrás décadas de crisis políticas

Silvia de Félix
Periodista

Madagascar es esa isla de la que todos tenemos una imagen exótica – quizá por su lejanía, quizá por los clichés fabricados en Hollywood – y de la que en España sabemos tan poco. Cuarta isla de mayor extensión y con una de las biodiversidades más ricas del planeta se sitúa, sin embargo, a la cola del desarrollo. En enero estrenó presidente: Andry Rajoelina, uno de los mandatarios más jóvenes de África, que ha revalidado su liderazgo con el resultado favorable de las elecciones legislativas del 27 de mayo. Cumple ahora seis meses al frente del país y ha prometido rendir cuentas de su gobierno. Corrupción e inseguridad son dos de sus principales desafíos en una carrera de fondo para sacar a la población de la extrema pobreza.

Los resultados de las elecciones legislativas anunciados por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) han sido positivos para el nuevo Presidente, que ha salido victorioso en este primer test de validación de poder. Con 84 de los 151 escaños del Congreso, la plataforma “Isika Rehetra Miaraka aminí Andry Rajoelina” (IRD – Todos juntos con Andry Rajoelina) se hace con la mayoría absoluta de la Cámara baja. Muy lejos ha quedado la representación de Tiako i Madagasikara (TIM – Amo Madagascar), la formación de su eterno rival, el expresidente Marc Ravalomanana, que con 16 diputados pierde definitivamente peso en el mapa político del país. El arco parlamentario se completa con 46 independientes y cinco escaños repartidos entre pequeños partidos.

El presidente dispone así de un amplio margen de maniobra para poner en marcha las reformas prometidas en su hoja de ruta: la Iniciativa para la Emergencia de Madagascar, un documento de 271 páginas que cuenta con el apoyo de expertos locales e internacionales. Inauguró su mandato tomando medidas para atajar dos males congénitos: la corrupción y la inseguridad. Desde sus primeros días en el palacio presidencial de Iavoloha activó una oficina de quejas y reclamaciones y extendió la iniciativa a todas las carteras ministeriales. Los ministros han firmado una suerte de contrato de desempeño por el que se comprometen a dedicarse en cuerpo y alma a su labor ministerial. “Este gobierno tiene la obligación de presentar resultados y será evaluado a los seis meses y al cabo de un año para comprobar quién ha hecho frente a los desafíos planteados y quién no ha sido capaz”, declaró públicamente el presidente malgache pocos días después de su investidura.

La corrupción generalizada es un cáncer presente en la magistratura y en todos los niveles de la administración y de las instituciones públicas. La organización no gubernamental Transparency International clasifica Madagascar entre los países más corruptos del mundo, en el puesto 152 de una lista de 180. La Agencia Independiente Anticorrupción – BIANCO (Bureau indépendant anti-corruption), que opera desde hace 15 años, acaba de presentar su informe anual, en el que denuncia una falta de voluntad política y escasos recursos públicos destinados a este fin. La agencia tiene varios frentes abiertos: desde investigar el patrimonio de los cargos electos, pasando por la malversación de fondos públicos y el tráfico de recursos naturales. El último caso destapado por BIANCO implicó a 79 diputados de la anterior legislatura investigados por cobrar sobornos de hasta 12.500 euros por votar favorablemente a la modificación de la ley electoral en abril del pasado año.

Desafección ciudadana

La ciudadanía ha mostrado la desafección por la clase política en las elecciones legislativas del 27 de mayo, en las que apenas un 40 por ciento del censo acudió a las urnas. Un total de 810 candidatos se presentaron para ocupar los 151 escaños del Congreso, una multiplicidad de candidaturas que se explica, según declaraciones del académico Juvence Ramasy a la revista Politika porque “quieren repartirse el pastel nacional. Representan partidos vacíos, sin ideología ni programa, que se disuelven una vez celebrados los comicios”. Otra razón de peso para asegurarse un escaño podría residir en la inmunidad parlamentaria, que salvaría del enjuiciamiento a los imputados. Por otro lado, la proliferación de diputados independientes no ayuda a dar estabilidad al sistema democrático. “Es una puerta abierta a la corrupción en el seno del Congreso. Los independientes se venden al más generoso”, apunta Ketakandriana Rafitoson, directora ejecutiva de Transparency International.

La agencia anticorrupción es, sin embargo, optimista y reconoce que el nuevo gobierno está enviando señales positivas. Entre ellas, prohibir la exportación de cabezas de bovino como medida radical para frenar la corrupción y la inseguridad. Principal preocupación de la ciudadanía y promesa estrella en la campaña para la presidencia de Rajoelina fue la lucha contra los dahalo o ladrones de cebús. El crimen organizado en torno al robo de cabezas de ganado desestabiliza las pequeñas economías de los ganaderos locales siendo en ocasiones centro del debate político. El nuevo presidente tiene pendiente acometer la implantación de chips en las cabezas de bovino para su geolocalización en caso de robo, promesa electoral tan ambiciosa como populista. Con el fin de erradicar el hurto indiscriminado de cebús, el Consejo de Ministros tomó en febrero una decisión extrema: prohibir por decreto la exportación de carne vacuna. Si el país contaba con 23 millones de cabezas de cebú en los años 80, hoy apenas contabiliza ocho. La matanza indiscriminada de ganado para la venta de carne en el mercado negro está detrás de esta pérdida.

Para estrechar la vigilancia de prácticas delictivas, el nuevo presidente ha prometido además dotar con más recursos a las fuerzas del orden. “Serán equipadas con cinco helicópteros antes del 26 de junio – fiesta de la independencia – para capturar a los dahalo. Además, ampliaremos el parque móvil con otros 200 vehículos y un avión de carga para luchar contra los malhechores”. Así se dirigía el nuevo presidente al público presente en la ceremonia de los 100 días al frente del Ejecutivo, momento que aprovechó para reiterar sus promesas electorales.  

Modificar la Constitución: una tentación presidencial

Con un Congreso favorable, el presidente retomará asuntos pendientes, como el fracasado intento de convocar un referéndum para modificar la Constitución de 2010 y, entre otras reformas, eliminar el Senado y dotar a las regiones de mayor autonomía. Con el presupuesto destinado al funcionamiento de la Cámara Alta podrían construirse seis universidades al año. Este es el argumento del campo presidencial para una propuesta que difícilmente podrá ver la luz, ya que necesitaría para su aprobación de las ¾ partes del Senado. Los detractores de Rajoelina han interpretado esta iniciativa como un preaviso del autoritarismo que reinará en la legislatura. ¿Tan urgente es modificar ahora la Constitución? ¿Qué artículos de la Constitución quiere modificar? ¿La duración del mandato presidencial y el número de veces que el presidente puede optar a su reelección de forma consecutiva? Estas preguntas sobrevuelan todavía en el cielo de la opinión pública a la espera de que el nuevo Congreso eche a andar. “La democracia necesita un diálogo”, expresaba públicamente el expresidente y líder de la oposición, Marc Ravalomanana, en respuesta a esta tentativa. En una carta abierta a la comunidad internacional, Ravalomanana llamó la atención sobre la situación política en Madagascar”. “Acepté los resultados de las elecciones presidenciales a pesar de las irregularidades. El pueblo malgache no podía resistir otra crisis política y los políticos debemos poner por encima el interés general”. La comunidad internacional, sin embargo, no entró en juego porque la consulta popular planteada por Rajoelina fue frenada en seco por el Tribunal Constitucional. La Corte realizó una lectura literal de la Carta Magna estableciendo que, si bien el presidente de la República está habilitado para convocar un referéndum, esta iniciativa queda excluida en materia de revisión constitucional.

Andry Rajoelina, de 45 años, ha hecho pivotar su campaña sobre el eslogan TGV, las siglas de su partido – Tanora malaGasy Vonona – Jóvenes Malgaches Dispuestos, haciendo un juego de palabras en francés con el tren de alta velocidad (Train Grande Vitesse). De carácter extrovertido, educado en Francia, empresario de éxito en el mundo del entretenimiento, exalcalde de Antananarivo – la capital – y, para muchos, presidente golpista en 2009, llega hoy a tomar las riendas del país avalado por las urnas. La Grande Île – la Gran Isla del Índico – ha depositado su confianza en este joven político que necesitará en los próximos cinco años toda su energía para revertir la situación de la población malgache, que, además de lidiar con la inseguridad y sufrir la corrupción de cargos públicos, malvive con menos de dos dólares al día.  

(*) Observadora electoral y consultora internacional en materia de elecciones y medios de comunicación. Ha participado en la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea para las elecciones presidenciales del 7 de noviembre de 2018 en Madagascar.  

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